Chávez: El artífice de la Gran Misión que hizo realidad el sueño de una casa propia

«No habrá familia en el país que no tenga su vivienda propia y digna». Esa fue la promesa del presidente Hugo Chávez el 13 de febrero de 2011, cuando anunció que «estaba cocinando» la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV).

Ese esfuerzo nacional, es el primero de este tipo que se impulsa en Venezuela para resolver una deuda de décadas: el drama de la vivienda, como él mismo lo dijo en aquella oportunidad, que ha situado en casi 2,7 millones de casas el déficit habitacional en el país.

Esta situación se hizo más evidente cuando las intensas lluvias de finales de 2010 dejaron casi 29.000 familias damnificadas. Eran personas a las que el sistema capitalista les había impedido acceder a una casa segura, por lo que debieron construir de manera improvisada en los cerros, en terrenos inestables. Eran los excluidos.

Pero Chávez no los abandonó en la tragedia y de inmediato ordenó el traslado de esas familias a refugios. Habilitó de inmediato la mayor cantidad de espacios posibles, en particular en el Área Metropolitana de Caracas, para que esos venezolanos tuvieran techo seguro y todos los servicios, mientras se concretaba la construcción de sus casas.

Instituciones públicas fueron acondicionadas como albergues y el mismo presidente, habilitado para legislar, dictó una Ley para Refugios Dignos, a fin de garantizar las mejores condiciones para estas familias.

Hasta el Palacio de Gobierno, Miraflores, fue espacio para quienes ya habían perdido todo lo material pero mantenían intacta la esperanza en la Revolución. Con ellos, el mandatario compartió un almuerzo de Navidad ese 24 de diciembre de 2010.

Chávez les ratificó que del albergue saldrían sólo a sus casas propias. Y ha cumplido. La mayor parte de ellos ya está en su nuevo hogar, uno seguro y equipado para el vivir bien, a través de la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV). Cumplieron el sueño de abrir las puertas de una casa para sus hijos.

Más de 350.000 viviendas

El programa ideado por el líder de la Revolución Bolivariana ha logrado lo que nunca pasó antes en Venezuela: dinamizar la construcción al punto que desde su lanzamiento, en abril de 2010, hasta la fecha se hayan construido 358.000 viviendas.

«El saldo de la gestión de la derecha son los ranchos en Caracas, construidos por el pueblo con las uñas. La burguesía construyó para los pobres unas cajitas de fósforos, pero para los ricos hicieron grandes viviendas y edificios», dijo Chávez en febrero de 2010. En sus mejores años, los gobiernos anteriores a la Revolución levantaron no más de 80.000 casas, a las que llamaban «soluciones habitacionales» por sus precarias condiciones y diminutas dimensiones.

El éxito de este plan de la Revolución está en un diseño científico e integral. El Presidente estructuró todo un sistema que abarca cinco vértices, a fin de asegurar cada elemento necesario para la construcción.

Esos aspectos fueron: un Registro Nacional de Vivienda, para determinar el tamaño y ubicación de la demanda; el terreno, para lo cual se dictó la Ley de Emergencia para Vivienda, que permitió la declaración de predios ociosos o subutilizados para destinarlos con prioridad a la vivienda; el financiamiento, con recursos otorgados por el Estado y a través de la banca; los ejecutores, que contempla desde las instituciones públicas hasta las constructoras privadas, los convenios internacionales y el pueblo organizado; y los materiales e insumos, garantizados por el sector público a través de centros de acopio denominados Construpatria.

«Solucionar el drama de la vivienda sólo es posible en colectivo: una unión nacional del sector privado y público, la banca privada y pública, los trabajadores, los empresarios honestos, los venezolanos y el mundo: Cuba, Irán, China, Belarús, Rusia, Portugal, Brasil», indicó el mandatario al anunciar el plan.

«Hoy anuncio que está naciendo la Gran Misión Vivienda Venezuela: hacer de Venezuela una gran vivienda, donde quepamos todos en condiciones de dignidad”, añadió en esa oportunidad. Desde entonces, Chávez continuó impulsando leyes y resoluciones para lograr su promesa de que toda familia venezolana tenga su casa propia y segura.

Aunque el martes 5 de febrero haya ocurrido la siembra del líder bolivariano, la meta de edificar tres millones de viviendas entre 2013 y 2019 queda en firme, y será alcanzada por las manos constructoras de un pueblo que en Revolución tiene como objetivo dejar para el recuerdo la imagen de «los techos de cartón» a la que dedicó su música el cantor Alí Primera.

AVN

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