La República Argentina reiteró este jueves ante el Comité Especial de Descolonización de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), su disposición de iniciar un diálogo pacífico con el Reino Unido para recuperar la soberanía de las Islas Malvinas, ocupadas ilegítimamente por la corona británica desde 1833.
Durante su discurso, transmitido por Telesur, el canciller argentino, Héctor Timmerman, ratificó el compromiso de su país de mantenerse firme en contra del colonialismo, tras la sistemática negativa del Reino Unido a reanudar las negociaciones con la Argentina.
A su vez, el jefe de la diplomacia argentina recordó que la lucha histórica del país sureño por recuperar sus territorios, tras la usurpación británica, ha sido apoyada en múltiples foros mundiales, como la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el Mercado Común del Sur (Mercosur), así como en encuentros realizados en África y Asia.
Timmerman solicitó al Secretario General de Comité de Descolonización de la ONU que contacte «al Reino Unido para instarlo a que preste la debida cooperación y se involucre en dicha misión de buenos oficios, dirigida a ayudar a las partes a cumplir lo solicitado por la Asamblea General en su resoluciones sobre la cuestión Malvinas».
El canciller argentino también recordó que desde 1975 la ONU ha aprobado 39 resoluciones reclamando la soberanía argentina sobre el archipiélago, pero Reino Unido no ha cumplido con ninguna de ellas.
Al no encontrarse presente en la sesión el canciller británico, William Hague, el jefe de la diplomacia argentina lamentó la ausencia de su colega del Reino Unido «siempre tan dispuesto a acudir a las Naciones Unidas para exigir el respaldo a políticas intervencionistas», pero que no tiene «la misma disposición a concurrir en este Comité que busca el fin del colonialismo».
A su vez, recordó que la nación europea es una potencia colonial, mientras que la Argentina es «una democracia moderna, respetuosa de los Derechos Humanos».
Precisó que la disputa entre ambas naciones se corresponde a los territorios insulares que abarcan más de 3.000.000 de kilómetros cuadrados, en su gran parte no ocupados, y que equivalen a 12 veces la superficie del Reino Unido.
«No se trata de un pequeño territorio. Gran Bretaña ocupa las Malvinas, Georgia del Sur, Sandwiches del Sur y los espacios marítimos circundantes por su valor estratégico y por la apropiación ilegítima de sus recursos naturales. Esos motivos y no otros son las verdaderas razones de la presencia militar británica en el Atlántico Sur», aclaró Timmerman.
Igualmente, subrayó que la causa referida no es una controversia binacional sino regional y global, pese a que la resolución 1514 proclamara «la necesidad de poner fin rápida e incondicionalmente al colonialismo y todas sus formas y manifestaciones», cuya decisión el Reino Unido no apoyó.
Las Islas Malvinas se encuentran en poder de Gran Bretaña desde 1833 y el archipiélago es considerado por la ONU como una de los 17 enclaves coloniales que todavía existen en el mundo.
AVN
