Analista Atilio Borón: Ecuador decide si continúa por la senda de las transformaciones

Este domingo 17 de febrero, Ecuador decide «si va a seguir avanzando por el camino de las grandes transformaciones que produjo la gestión del presidente Rafael Correa o si va a dar un salto para atrás, desandar el camino que ha transitado», sostuvo el analista Atilio Borón.

El politólogo argentino explicó que el triunfo de Correa en los comicios generales no solamente sería positivo para países involucrados en procesos de cambio, como Bolivia o Venezuela, sino que «puede dar ánimos a países como Argentina o Brasil, para que aquellos grupos que están tratando de avanzar en un proceso de transformaciones puedan realmente sentir que no están solos en el desierto».

En una entrevista ofrecida a la Agencia Venezolana de Noticias (AVN), Borón hizo un esbozo de lo que llamó el Ecuador de antes: «Un Ecuador profundamente oligárquico, de exclusión social muy significativa; un Ecuador de gran pobreza, en donde sólo los niños de clase media iban a la escuela. Un Ecuador donde los pobres no tenían ninguna asistencia social. Un Ecuador desmembrado geográficamente porque no había carreteras. Un Ecuador sin futuro, que expulsaba a millones de sus hijos al exterior».

Las claves del cambio

El punto crucial de la Revolución Ciudadana, sentenció Borón, ha sido la «incorporación social, económica y cultural de las grandes masas indígenas y campesinas, que siempre fueron masas de maniobra de los clientelismos oligárquicos».

Al decir incorporación, precisó el analista argentino, no solamente se refiere a «una retórica, un relato de incorporación» sino a «redistribución de ingreso, aumento del salario real, mejoramiento de los precios para los productos de la economía campesina».

La gran obsesión de Rafael Correa, así como para Fidel Castro, ha sido la salud, de allí las revisiones «sorpresas» a hospitales de provincia por parte del jefe de Estado para evaluar su funcionamiento, recordó Borón.

Otras arista del cambio citada fue la elaboración de una Carta Magna que, «como en el caso de la Constitución Bolivariana, ha instituido formas de democracia directa, participativa y protagónica, que permiten que el pueblo tenga una voz muy fuerte en la elaboración de las políticas públicas».

Advirtió que la cruzada mediática contra Correa está, al igual que en Venezuela y Bolivia, encabezada por una oposición intransigente.

«Los medios obedecen cada vez más al gran titiritero del poder mediático mundial que es Estados Unidos. Ya se han separado de sus representados habituales, las oligarquías locales, y ahora responden básicamente a la Casa Blanca, al Departamento de Estado, ni siquiera a la clase dominante local».

Los retos de la Revolución Ciudadana

Para Borón, los retos que se le plantan a la Revolución Ciudadana son tres. El primero consiste en la profundización de las reformas económicas, con el objetivo de quitarle peso al capital financiero y poder trabajar con miras a la autonomía monetaria.

El segundo es avanzar y completar «el diseño de toda esta modernización de la infraestructura física y de comunicaciones terrestres».

Y, por último, crear mecanismos de explotación de los recursos naturales minimizando el daño al ecosistema, «a partir de la premisa de que cualquier proceso económico, desde el más rudimentario, afecta al medio ambiente».

Borón calificó el mandato de Correa como una gestión valiente: se desconoció la deuda externa y se obligó a una auditoría; se ordenó el cierre de la Base de Estados Unidos en Manta y se le otorgó asilo político a Julian Assange.

«Estamos hablando de un gobernante que tiene energía, agallas, como para enfrentar grandes problemas (…) El gran ejemplo de Ecuador es que aún con una economía pequeña, vulnerable, dependiente, se pueden producir grandes transformaciones que marcan un antes y un después».

AVN

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