Tal como lo informó el ministro del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ricardo Menéndez, 8 de cada 10 venezolanas y venezolanos estudian en la universidad o en una institución de educación superior.
Entrevistado por el Correo del Orinoco, Menéndez indicó que en años anteriores estudiaban 4 de cada 10 jóvenes en edad universitaria. “Estamos en 83% de la matrícula, somos el quinto país del mundo y el segundo en América Latina con mayor matrícula universitaria y vamos a 100%”, garantizó.
“Estamos en este momento con 2.629.000 estudiantes en la matrícula universitaria, el año pasado estábamos en 2.500.000; es decir, crecimos en cerca de 130 mil estudiantes este año”, resaltó.
Con gráficos en mano, Menéndez mostró el desarrollo del sector: “Todas las curvas, absolutamente, tienen un crecimiento vertiginoso a partir del desarrollo de Revolución en nuestro país”.
Dijo que en este último año se asumió con profunda responsabilidad “lo que significa construir el legado del comandante Hugo Chávez”.
Independientemente de la pérdida física del líder revolucionario y “de haber vivido las guarimbas”, ha seguido el crecimiento de los valores en la educación universitaria, sentenció el docente.
Durante las décadas de los años 60 y 70 (24.041 estudiantes), la curva de crecimiento de la matrícula estudiantil se mantenía en un mismo nivel. “La curva cierra con 700 mil estudiantes en 1998”.
El cambio de la pendiente se observa justamente con la llegada de la Revolución Bolivariana, aseguró Menéndez. Mencionó que las misiones sociales educativas han influido en el aumento de la matrícula.
La meta es llegar a 100% de la población venezolana en edad de cursar estudios universitarios, lo que significará aproximadamente unos 3 millones de estudiantes en el sistema para el año 2019: “Vamos a estar incorporando cerca de 120 mil estudiantes anuales”, aseguró.
Etapas de la revolución
El crecimiento de la matrícula estudiantil universitaria en Venezuela se debe, según el ministro, a las tres etapas del desarrollo de la Revolución Bolivariana.
De acuerdo con su caracterización, la primera etapa de la Revolución fue la política, que se caracterizó por democratizar y por la masificación de la educación.
La segunda etapa tiene que ver con la inclusión mediante las misiones sociales, que nacen después del golpe de estado del 11 de abril del año 2002. “Es la visibilización de los que habían estado invisibles para todo el sistema”, expresó.
“Cuando, por ejemplo, se crea la Misión Sucre se está diciendo que una persona de 60 o 70 años de edad tenía el derecho a aprender a leer y escribir; tenía derecho después a hacer la primaria, a graduarse de bachillerato y posteriormente pasar a la universidad, Muchas de ellas y ellos hoy son profesores de la Misión Sucre con título universitario”, sentenció.
La tercera etapa es “la que estamos empezando a vivir ahora”: la democracia en lo económico. Este punto tiene como desafíos la direccionalidad y la profundización de la calidad “en relación con las especializaciones”.
La direccionalidad se refiere a la adecuación académica de las casas de estudios a las necesidades económicas del plan de la patria 2014-2019.
Explicó que Venezuela requiere, por ejemplo, una carrera de ingeniería de alimentos que aborde el requerimiento de valores calóricos y energéticos en los alimentos de las niñas y niños.
Los contenidos de las universidades deben irse adaptando a las necesidades y a las realidades del territorio nacional. “Si nosotros decimos que estamos asumiendo el desarrollo de la Misión Vivienda y eso implica hacer rendir los materiales de una manera distinta para poder hacer 3 millones de viviendas, significa que desde las universidades debemos formar a ingenieros de materiales de construcción, ingenieros en el área del cemento”.
Subrayó que para asumir el cambio del sistema financiero, “tenemos que, en consecuencia, formar a las personas que van a a estar vinculadas con esa realidad”.
Reiteró que en esta tercera etapa se continúan impulsando la inclusión y la masificación educativa, pero al mismo tiempo la profundización de la calidad académica.
Otro país
“Pasamos de las 200 instalaciones a escala nacional; instalaciones significa que una universidad, como es el caso de la Unefa (Universidad Nacional Experimental de la Fuerza Armada)”, que además de sus sedes cuenta con otros espacios educativos, señaló Menéndez.
“Hay otro componente que le da una profundidad al sistema, que tiene que ver con la Misión Sucre solamente en esta misión hay 1.308 aldeas”, aseguró.
“Cuando contrastamos lo que teníamos en el pasado, desde el puntos de vista de instalaciones universitarias, con lo que tenemos en el presente, hay un cambio sustancial; es otro país el que existe en cuanto al sistema universitario”, describió.
Ese otro país tiene que ver con el número de instituciones universitarias. “En los últimos años de la Cuarta República se generaron cinco instituciones de educación universitaria; nosotros en 15 años de Revolución hemos generado o transformado 36 instituciones”, expuso.
De esas 36 espacios educativos, siete nacieron en el primer año de Gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Nuevas oportunidades
Los planes nacionales de formación son la ampliación de las carreras que existían en el pasado en nuestro país. “Mucha gente dice: ‘quisiéramos tener tantas oportunidades como teníamos en el pasado’, pero hoy tenemos 63 nuevas oportunidades de estudio que no teníamos en el pasado, por ejemplo”, enfatizó.
De esas 63 nuevas carreras, 11 se aprobaron en el primer año de Maduro. “Eso nos va dando la idea de la magnitud de lo que estamos propiciando desde el Gobierno Bolivariano”, resaltó.
Los planes nacionales de formación se diferencian de las carreras porque empiezan vinculados con problemas concretos de la realidad de la nación.
Informó Menéndez que, de los programas activos de postgrados en el país, 93% fueron aprobados en Revolución; “es decir, solo 7% de los programas activos en este momento vienen del pasado”.
Durante los gobiernos de Acción Democrática y Copei se aprobaban al año entre 7 y 8 programas de postgrado; actualmente “estamos aprobando cerca de 60 programas de postgrado en función del desarrollo del país”.
“Nuestro modelo educativo va en profundo avance, en profunda transformación y le pide a todos los que participan en el sistema educativo que se adecúen al siglo XXI”, destacó Menéndez.
Esperando cupos
El ministro, quien también es profesor universitario, indicó que aún hay una población que permanece a la espera de un cupo universitario, pero dijo que “no se podría llamar población flotante, como se le denominaba en el pasado”.
“Nosotros tenemos un cúmulo de cerca de 340 mil estudiantes que salen de los liceos y que aspiran a su cupo en las casas de estudio de educación”, dijo.
Indicó que culminó el proceso de ingreso de datos al Sistema Nacional de Ingresos a las Universidades. “Posteriormente se va a un proceso auditable para la asignación de los valores, los cupos, etc, y luego el estudiante vuelve a una interacción con el sistema para hacer cualquier ajuste; en el pasado no ocurría de esa forma”.
También hay jóvenes bachilleres que no ingresaron a una institución universitaria en algún momento y estudiantes que ya tienen una carrera y desean una segunda profesión. En esta situación se contabilizan 180 mil personas.
“Este es un fenómeno no visto en el pasado. También hay estudiantes que ingresaron a alguna carrera, no la concluyeron, y solicitan ingreso en otra área”, comentó.
Aproximadamente 540 mil personas aspiran a ingresar a las universidades venezolanas. “El número en el pasado era de 139 mil; otra vez se demuestra que mucha más gente quiere estudiar porque hay una democratización de las condiciones para poder estudiar”, sentenció Menéndez.
De acuerdo con el titular de Educación Universitaria, democratizar la educación no es solo dar cupos, porque se debe garantizar el sostenimiento de las y los estudiantes.
Más becas: Mejores condiciones
“En el pasado, el número de becarios de Venezuela era de 3 mil hasta 5 mil. Hoy tenemos 164 mil becarias y becarios en Venezuela.”, indicó.
Con la gestión de Maduro, las becas se han modificado, con incrementos de entre 70%, 150% y 240%, destacó Menéndez.
Correo del Orinoco
