Cuartel de La Montaña, 4F.– Venezuela iniciará jornadas de desagravio, denuncia y justicia ante los hechos de ultraje que realizó recientemente la junta directiva de la Asamblea Nacional (AN) al ordenar retirar los retratos del Libertador Simón Bolívar y del Comandante Supremo Hugo Chávez del recinto del Poder Legislativo.
Así lo instruyó el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, durante el acto de desagravio a Bolívar y Chávez, realizado por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), en el Cuartel de la Montaña 4F.
La jornada debe realizarse en todo el territorio nacional, indicó el jefe de Estado y de Gobierno para que sellar la conciencia de los valores, ya para el renacimiento del bolivarianismo y del chavismo.
El accionar de la oposición apátrida se repite porque el 11 de abril de 2002, al ejecutar el golpe de Estado también descolgaron los cuadros del Libertador Simón Bolívar que se encontraban en el Palacio de Miraflores y los enviaron a un sótano, con la pretensión de borrar la historia de Venezuela, recordó el Presidente.
Recomendó observar indefinidamente el agravio a Bolívar y Chávez cometido por la directiva de la AN para evaluar los antivalores que ellos representan y para ubicar en el epicentro la incógnita de cómo hacer justicia ante este agravio.
La forma de hacer justicia es a través del trabajo, de la acción y de los resultados que beneficien al pueblo venezolano, de la Constitución, de la unión cívico-militar, de la formación constante de la FANB para garantizar la paz y la independencia, puntualizó el presidente Maduro al manifestar que ante esta bofetada indigna, la reacción debe ser el impulso superior para consolidar la Patria libre y soberana.
“Hagamos nuestra tarea de conciencia, de amor, y no dejemos que el fascismo avance un milímetro más”, puntualizó el dignatario venezolano al recordar que el 6 de diciembre reconoció los resultados emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de los comicios para escoger a los diputados del Poder Legislativo, pero advirtió que no había triunfado una oposición sino una contrarrevolución con sed de venganza.
Por Maryuri Varela
