Palacio de Miraflores, Caracas.- El presidente Nicolás Maduro adelantó que luego del 30 de julio revelará, con carta en mano, pormenores de la presión nunca jamás vista en contra de Venezuela, con el ánimo de que suspendiera la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
“Ahorita vino una gran presión mundial, la voy a revelar con carta en mano, después del 30 de julio. Una presión que nunca jamás la habíamos visto en contra de nuestro país, para que yo suspenda, prorrogue o detenga la Asamblea Nacional Constituyente (…) Brutal, después voy a sacar las cartas que me han enviado, les va a dar vergüenza a toditos”.
Así lo dio a conocer al ser consultado sobre los contactos del presidente estadounidense Donald Trump con mandatarios para ir en contra de Venezuela, en una entrevista concedida a RT en Español.
El presidente Maduro subrayó: “Venezuela en la Región está venciendo, luchando y nos estamos preparando porque en América Latina viene una nueva ola de pueblos, de movimientos y gobiernos progresistas. Lo que estamos viviendo es la confirmación de que América Latina no tiene vuelta atrás”.
Insistió en que se avecina una nueva ola de pueblo y “aquí va a estar Venezuela con su bandera, aquí estará victoriosa para seguir esta ola de cambio revolucionario. Nuestro destino es la independencia, basado en la chavismo”.
Denunció que Venezuela es víctima de una persecución ideológica y política, “la triple alianza de los gobiernos de Argentina, Paragua y Brasil, la triple alianza ha encabezado una persecución ideológica y política, rompiendo con la política de convivencia que alguna vez existió”.
Es “la derecha actual, muy subordinada a los intereses de Washington, rompió ese equilibrio. Nosotros lo vamos a restituir…Hay que ver qué gobierno del mundo podría aguantar las arremetidas que ha soportado el gobierno bolivariano de Venezuela”, dijo al ejemplificar que Argentina no lo aguantaría.
Sostuvo que el caso de Venezuela es para el estudio, “porque sobre Venezuela se ha lanzado la jauría más brutal de manipulaciones, mentiras y generación de odio a nivel nacional e internacional.
Por Anaís Pérez
