No nos arrodillaremos jamás frente al imperio que amenaza a Venezuela

Prensa Presidencial / Marcelo García

Palacio Federal Legislativo, Caracas “No nos arrodillaremos frente a este imperio arrogante”. Así lo dijo este martes desde el Palacio Federal Legislativo el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, cuando acudió al parlamento a solicitar poderes habilitantes que le permitan blindar al país ante pretensiones imperiales.

El jefe de Estado sabe que no está solo en la lucha por la defensa de la soberanía y la independencia nacional.

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Eran poco más de las seis de la tarde de este martes, cuando en pleno hemiciclo protocolar el presidente Maduro expresó ante el foro legislativo: “Vengo a solicitar una ley que me dé poderes suficientes para defender la paz y la soberanía, ante la amenaza del Gobierno de EE. UU.”.

Con base en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el mandatario venezolano comentó que “esta ley habilitante surgió como una necesidad de tener poderes constitucionales que me permitan moverme en el complejo escenario que se ha abierto para Venezuela”.

Lo hace un día después de que una nueva orden presidencial de Barack Obama,  declara a Venezuela como una «amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y política exterior de Estados Unidos», se lee en el documento divulgado por las agencias de noticias.

“Venezuela jamás será amenaza para país alguno, somos un pueblo pacifista, humanista, con relaciones internacionales basadas en la convivencia, el respeto a la soberanía y a la autodeterminación”, dijo un resuelto presidente Maduro, hablando desde el dolor que produce el irrespeto a la Patria y sobre todo a la voluntad de ser libres.

Dijo el jefe del Estado que durante la jornada recibió llamadas de algunos de sus homólogos de Latinoamérica y del Caribe, quienes en primer lugar -al igual que ocurrió en Venezuela- reaccionaron con incredulidad ante el anuncio de nuevas sanciones y sobre todo la declaratoria de Venezuela como nación que amenaza a la seguridad de Estados Unidos, lo cual pasaba en segundos de la incredulidad a la indignación y el posterior rechazo.

Satisface además al mandatario tener noticias de la solidaridad que movimientos sociales, no sólo latinoamericanos sino además del propio Estados Unidos, han expresado ante lo que no duda en llamar “una aberración histórica de Estados Unidos”.

 

La amenaza, estrategia caduca

 “No es nuevo que nos declaren amenazas, lo hicieron con el Libertador Simón Bolívar”, reflexionó el presidente Maduro, quien cree necesario que cada venezolano -independientemente de la postura política e ideológica en la que milite- indague en la historia de la Patria para contextualizar en su justa dimensión la política de gobierno y la relación internacional que Washington ha mantenido con Latinoamérica y el Caribe.

Prensa Presidencial / Marcelo García
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Expertos en el contubernio, Estados Unidos supo mancillar a los pueblos, que vieron diluirse proyectos nacionalistas y progresistas: Guatemala, Brasil, Chile son algunos de los que pueden contar historias.

De ese siglo XX doloroso el presidente Maduro -ubicándose en el caso venezolano- se detuvo en tres fechas: 1908, un golpe de Estado, con el Made in USA, sacó de la presidencia a Cipriano Castro; luego el general Isaías Medina Angarita sufrió lo propio en 1945 y la tercera fecha se marcó en 1948, cuando Rómulo Gallegos también sufrió la embestida de la ilegalidad al ser sacado abruptamente del poder. “En todas las épocas las corrientes nacionalistas y patrióticas supieron mantenerse en pie”, dijo el mandatario, quien pidió no olvidar el pasado.

También pidió no echar al cesto de lo menos importante la premonición que dejara escrita el Libertador, en la carta que enviara desde Guayaquil al coronel Patricio Campbell: “Los Estados Unidos, que parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miserias a nombre de la Libertad…”.

Toda esta reflexión llevó al mandatario a decir: “Si el siglo XX completo fue un siglo de invasiones, golpes de Estado vulgares, abiertos, y no pudieron; menos en el siglo XXI (…). No podrán con Venezuela, ni con amenazas ni con agresiones. Se los juro como revolucionario y cumpliré, aunque eso signifique entregar mi propia vida, si es necesario”.

Diría el cantor Alí Primera: “No es tiempo de recular” y sí es tiempo de oportunidades, así que el mandatario no duda que será inlcuso un tiempo de nuevas oportunidades para el desarrollo de la inventiva y de la capacidad tecnológica que la Patria necesita.

Por Marynés Ladera

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