Con firmeza en medio del dolor, el vicepresidente ejecutivo de la República, Nicolás Maduro, quien la noche de este viernes será juramentado como Presidente encargado de Venezuela, llamó al pueblo a acompañar al Gobierno a cumplir las cinco tareas históricas que les encomendó el líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez Frías, y que están contenidas en el Segundo Plan Socialista de la Nación 2013-2019.
Se trata del programa de Gobierno estructurado por el líder socialista, y alimentado por la gente en asambleas populares, con el cual fue electo con más de 8 millones de votos, 55% del electorado, para un nuevo mandato hace apenas cinco meses.
En un discurso cargado de emotividad y determinación, pronunciado durante la ceremonia de Estado en honor a Chávez que se realizó a partir del mediodía con la presencia de representantes de 54 países, Maduro repasó los cinco aspectos de ese Plan de la Patria y sostuvo que Chávez «dejó todo arreglado», un sistema de principios y valores, para que la Revolución continúe en el camino de la construcción de la patria socialista y un mundo mejor.
El primer objetivo es defender, expandir y consolidar el bien reconquistado después de 200 años: La independencia nacional, mientras que el segundo tiene que ver con la construcción del Socialismo Bolivariano del siglo XXI en Venezuela, como alternativa al modelo salvaje del capitalismo y, con ello, asegurar la mayor suma de seguridad social, de estabilidad política y de felicidad para el pueblo.
Para el Vicepresidente, quien tiene 50 y ha sido constituyente, diputado y canciller de Chávez, se trata de «nuestro socialismo diverso, democrático, nuestroamericano».
El tercer objetivo histórico apunta a transformar a Venezuela en un país potencia en lo social, lo económico y lo político, dentro de la gran potencia naciente de América Latina y el Caribe, y así garantizar la conformación de una zona de paz.
Maduro resaltó que esa gran potencia de América Latina será una realidad en los próximos años, y «la vimos aquí de pie, representada por la diversidad de presidentes que han venido. Tenemos que ser una gran potencia», exclamó en medio de una ola de aplausos.
Un mundo sin imperios
El cuarto objetivo del Plan de la Patria es contribuir con el desarrollo de una nueva geopolítica internacional en la cual tome cuerpo un mundo multicéntrico y pluripolar, que permita lograr el equilibrio del universo y garantizar la paz planetaria. El vicepresidente lo resumió en la conformación de «un mundo de equilibrio, sin imperios».
En ese punto, saludó a la delegación enviada por el mandatario estadounidense, Barack Obama, que incluye a William Delahunt, ex congresista demócrata por Massachusetts, por quien Maduro dijo sentir un gran cariño.
Enseguida señaló: «Queremos relaciones de respeto, cooperación, paz verdadera. Queremos, y así lo escribió el comandante Chávez, un mundo sin imperios, sin naciones hegemónicas; un mundo de paz, que respete el derecho internacional, que sea capaz de encontrarse para cooperar, para vivir, para ser justos en términos de igualdad. ¿Y por qué no puede ser posible, si aquí está toda la voluntad de un mundo?».
Un Maduro vehemente arrancó nuevos aplausos en un auditorio que reunió figuras tan disímiles como el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad; el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, y casi todos los mandatarios de la región.
Recalcó que América Latina tiene la tarea histórica de hacer ese nuevo mundo, «de unirnos en la diversidad y decir al mundo: aquí está América Latina, la de los libertadores; aquí estamos de pie, juntos. Este mundo tiene que cambiar».
Salvar la especie humana
El quinto objetivo histórico es uno de los más ambiciosos. «Es el objetivo que le da coherencia a este testamento que nos dejó», dijo el vicepresidente y procedió a leerlo: «Contribuir con la preservación de la vida en el planeta y la salvación de la especie humana».
En ese sentido, exhortó al mundo a acabar con las bombas nucleares y con la contaminación del planeta y el calentamiento global.
Maduro cerró su discurso diciendo a su líder y mentor que puede descansar en paz. «Seguiremos juntos, el pueblo y la Fuerza Armada, con su Constitución, su testamento político, su ejemplo y nuestro amor, para seguir protegiendo a los pobres, dándoles alimento, educación, construyendo la patria grande y la paz de nuestro continente, la paz de nuestro pueblo».
«Comandante, misión cumplida. La batalla continúa. Chávez vive, la lucha sigue. Que viva Hugo Chávez», exclamó un emocionado Maduro, y concluyó con la frase que une a todos los revolucionarios: «Hasta la victoria siempre, comandante».
