La derecha usa la escasez como arma electoral

Venezuela registró en enero de 2013 el mayor índice de escasez de productos de los últimos ocho años, con 20,4%, sólo superado por el 24,7% registrado en enero de 2008, de acuerdo con las cifras del Banco Central de Venezuela (BCV).

En ambos escenarios, el país estaba en medio de coyunturas políticas de alta efervescencia, marcadas por procesos electorales y la batalla entre la derecha, dueña de los grupos económicos monopólicos que incluyen las grandes industrias y distribuidoras de alimentos, y el Gobierno Bolivariano, que impulsa una revolución socialista que ha logrado, entre otras cosas, disminuir la pobreza a la mitad de lo que registraba en 1999.

Un indicador de escasez de 20% implica que de cada cien establecimientos visitados en el Área Metropolitana de Caracas, en veinte no había alguno de los productos buscados ni otros que le sustituyeran.

Como estrategia de campaña, el desabastecimiento es manejado por el candidato y los medios que lo respaldan como si fuera el resultado de la gestión económica del Estado y del Gobierno, sin que exista ningún propósito de investigas el comportamiento del sector privado y ocultando las denuncias y acciones gubernamentales para combatir el acaparamiento y la especulación.

El desabastecimiento de comienzos de 2008 coronó todo lo que el pueblo vivió a lo largo de 2007, un año en que se vio constantemente amenazado por la ausencia de productos en los anaqueles. Esto ocurrió en respuesta a un hecho político: Hugo Chávez, al formalizar su candidatura como presidente en agosto de 2006, anunció que impulsaría una reforma constitucional para acelerar la construcción del socialismo en Venezuela.

Un masivo respaldo popular lo llevó a ser electo el 3 de diciembre de 2006 para un nuevo período de gobierno, 2007-2013. Ganó con un contundente 62,84% de los sufragios, con un total de 7.309.080 votos, de manera que el pueblo respaldó esa propuesta de profundizar el socialismo por la vía de una modificación de la Carta Magna. Para el momento de los comicios, la escasez se situaba en apenas 9,2%.

En ningún mes de 2007 el país tuvo de nuevo un indicador de desabastecimiento de un dígito. Enero comenzó con 13,4% y nunca más bajó.

Tras asumir su nuevo mandato en enero de 2007, Chávez anuncia el impulso de cinco motores constituyentes para la construcción del Socialismo del Siglo XXI: el segundo de ellos era la reforma constitucional, para crear el Estado de Derecho Socialista a fin de dar más poder al pueblo.

Mientras el Gobierno caminaba por esta ruta de manera decidida, los productos aceleraban su ausencia de los comercios. En abril, la escasez escaló a 20,6%. Chávez presenta la propuesta de reforma de 33 artículos en agosto de 2007 ante la Asamblea Nacional (AN), que luego se amplió a 69 apartados.

La batalla mediática y política contra la propuesta fue atroz, mientras en los comercios, la gente seguía acorralada por el desabastecimiento los medios privados responsabilizaban al Presidente Chávez y su gobierno por este hecho.

Así, la escasez cerró en diciembre de 2007 con 19,3%. El día 2 de ese mes, el pueblo debía acudir a elecciones parta responder a la pregunta: ¿Aprueba usted el proyecto de Reforma Constitucional con sus títulos, capítulos, disposiciones transitorias, derogatoria y final, presentado en dos bloques y sancionado por la Asamblea Nacional, con la participación del pueblo y con base en la iniciativa del presidente Hugo Chávez?

Por un margen muy estrecho, la reforma fue negada, con una abstención que rondó 44%, cuando apenas un año antes, en la elección presidencial, fue de 25%. El bloque A obtuvo 49,29% para el Sí y 50,5% para el No, una diferencia de apenas 1,21 puntos porcentuales; mientras que el bloque B registró 48,94% de los votos y el No, 51,05%, una brecha de 2,11 puntos.

Desabastecimiento programado

El sociólogo Carlos Lanz, en un artículo publicado en agosto de 2011 en el portal web Aporrea, explicó este fenómeno del uso político de la escasez y lo denominó desabastecimiento programado, cuyo objetivo es deslegitimar el proceso bolivariano, desestabilizar y generar un clima de ingobernabilidad, que se elimine la regulación y el control de precios, generar descontento y protestas, sacar provecho electoral y propiciar un caldo de cultivo para el golpe suave.

Indicó que ese desabastecimiento programado es una estrategia promovida por «grupos de terratenientes y organismos vinculados con la agricultura, que poseen posiciones de dominio (manejo de los inventarios y los canales de distribución) o son monopolios vinculados con el agronegocio, donde tienen el control desde la producción hasta al consumo».

Precisó que el más emblemático de estos grupos es Empresas Polar, que produce la harina de maíz precocida, pastas, arroz, mantequilla, entre otros rubros de gran consumo en Venezuela.

Lanz puntualizó que todas estas ventajas les permiten a estos consorcios direccionar políticamente la escasez de alimentos y planificar su empleo táctico en la coyuntura. «Son sectores que han cartelizado históricamente la producción, el procesamiento, la distribución y el consumo de alimentos», agregó.

El Gobierno ha fortalecido su red de distribución de alimentos y control de los diferentes eslabones de la cadena de producción agroindustrial, pero el mismo especialista advirtió entonces que la ofensiva de estos carteles se acentuaría de cara a los comicios presidenciales de 2012. Y así sucedió.

La derecha insiste

Tras el pico de enero de 2008, el índice de escasez comenzó a bajar progresivamente, impulsado en parte por el fortalecimiento de las políticas públicas en la materia. Incluso cerró ese año en 11%.

En el histórico del BCV resalta luego un nuevo incremento que comienza a perfilarse en 2012, cuando se producen nuevas elecciones presidenciales. El año pasado arrancó con un desabastecimiento de 16,2%, que luego osciló y rozó incluso valores bajos como el 10,8% de marzo. Sin embargo, luego volvió a subir a partir de octubre, con 16,1%.

Esto, no obstante, no logra minar el rotundo apoyo popular de Chávez, quien vuelve a ganar los comicios con 55,07% de los votos.

A comienzos de diciembre, el mandatario anuncia que será sometido a una nueva intervención quirúrgica en Cuba, y permanece allí en tratamiento médico hasta febrero, cuando regresa a Caracas y posteriormente fallece el 5 de marzo.

Desde ese anuncio, se registraron nuevos picos de desabastecimiento y el país terminó 2012 el año con nuevos signos de escasez en los anaqueles, promovida y publicitada, en las páginas de los periódicos y las televisoras privadas, aliadas de la oposición.

Es entonces cuando llegamos a enero con un desabastecimiento cuatro puntos por encima del que hubo en diciembre, y el panorama se mantiene en marzo, cuando, tras la desaparición física del comandante Chávez, se convocan a nuevas elecciones para el 14 de abril.

«Tenemos la peor situación de desabastecimiento que haya sufrido el país», dijo recientemente en un mitin político el candidato de la derecha, Henrique Capriles Radonski, utilizando uno de los elementos centrales de su estrategia para captar votos a costa de la zozobra del pueblo.

El abanderado de derecha tiene nexos familiares y políticos con los grandes monopolios empresariales del país, que controlan áreas como la alimentación y las comunicaciones. Así pues, los medios

AVN

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