Inaugurado Centro de Atención Inicial Generalísimo Francisco de Miranda

Con una inversión de 850 millones de bolívares el Gobierno Bolivariano inauguró el Centro de Atención Inicial Generalísimo Francisco de Miranda, espacios donde se atienden a personas rescatadas de la situación de calle a través de la Misión Negra Hipólita.

“La Misión Negra Hipólita es una Misión hermosísima que atiende a la gente que por una u otra razón termina en la calle. Es una Misión eminentemente cristiana (…). Aprendamos de Chávez (…) cuando nos decía hay que atender a cualquier persona que tenga una necesidad”.

La información la ofreció el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, durante el lanzamiento del Movimiento Chamba Juvenil, efectuado en el gimnasio cubierto de la Academia Militar de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB),  localizado en el Fuerte Tiuna.

En este Centro de Atención Inicial localizado en la carretera Petare- Guarenas, se identifica a las personas que son captados en las calles, mediante el sistema automatizado del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime).

Posteriormente a su identificación, con un equipo multidisciplinario se le brindan las atenciones necesarias para que se reincorpore a la sociedad, una vez haya cumplido con el proceso de recuperación,  explicó la viceministra de la Suprema Felicidad, Carolina Cestari, al establecer contacto con el mandatario nacional – vía satélite- desde el Centro Generalísimo Francisco de Miranda.

Al felicitar a la Misión Negra Hipólita y el Plan Chamba Juvenil instruyó instalara Centros como éste, en el territorio nacional, y ordenó al Movimiento Somos Venezuela encargarse de la Misión para impulsarla con mayor fuerza.

El pueblo y el Gobierno Bolivariano deben avocarse “para que en Venezuela no “haya ni una sola persona en situación de calle por razones familiares o de droga (…). El que tenga un problema lo atendemos con amor (…). Y a la juventud le digo que el futuro no son las drogas, el futuro es el estudio y el trabajo, aprende a rumbear sano (…)”.

Por Maryuri Varela

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