El Presidente venezolano, Nicolás Maduro, durante la firma de Cartas de Compromisos de inversión para el Arco Minero, desde el Palacio de Miraflores, anunció medidas para complementar las bases que incidan de forma positiva en la política de desarrollo del 8vo motor de la Agenda Económica Bolivariana.
En cuanto a la minería artesanal, se creó la asignación de precio del oro “que se pagará de forma directa, a todos aquellos mineros que se incorporen al Arco” y que sin intermediación se otorgará un justo precio que incentive y brinde seguridad al minero artesanal venezolano, la compañía Minerven será la encargada de adquirir el mineral extraído para evitar corrupción.
Establecimiento de un programa de remediación temprana en los ríos Caura, Caroní, y sus riveras “donde hubo intervención de la minería no permisada y aquellas concesiones que fueron otorgadas en la IV República” Venezuela ha blindado el desarrollo del Arco Minero, con el uso de tecnologías contribuyen a la no destrucción del medio ambiente.
Reinversión, adecuación tecnológica y amplificación de capacidad productiva en las empresas mineras nacionales, el Primer Mandatario envió saludos a Minerven, Carbozulia, Loma de Níquel, EPS Minera Nacional quienes se incorporan de forma activa a las medidas anunciadas por el Ejecutivo.
Incorporación en el código del Comité de Normas Internacionales para la presentación de Informes de Reservas de Minerales (Crirsco) “para que estas sean reconocidas internacionalmente como lo quiso el comandante supremo Hugo Chávez”
El Presidente de la República creó la Oficina Nacional de Fiscalización e Inspección Minera (ONAFIM), con el objetivo de controlar el Riesgo Ambiental, Geológico, Laboral y Social de los proyectos mineros durante sus operaciones, en tal sentido, Antonio Avilio Lavarca Bracho fue nombrado como Jefe.
Pronto se presentará la certificación que avale la 4ta reserva de Gas de la República “El Cinturón Gasífero será para el desarrollo de la patria, de Colombia y del Caribe” generando una relación ganar-ganar con los pueblos de América, “sin paz no habrá desarrollo” concluyó.
Por Javier Mendoza
