Familias caraqueñas dejaron un refugio este jueves para recibir una vivienda

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Cuando le entregaron las llaves de su nuevo hogar a Sugei González se le aguaron los ojos, entre sonrisas y aplausos de familiares y amigos, subió rápidamente al segundo piso del edificio rojo que sobresale en la Avenida Bolívar de Caracas, conocido como Urbanismo Óscar López Rivera, para abrir la puerta del apartamento.

Entró a la vivienda con uno de sus hijos en brazos, acompañada por su esposo y sus otros tres pequeños. Estaba viviendo en un refugio abierto en Nueva Tacagua en Catia.

«Es hermoso, es hermoso, no lo puedo creer», exclamaba a medida que subía las escaleras que la conducían a la sala de este apartamento.

Así como González, 55 familias más que recibieron este jueves un apartamento de dos y tres habitaciones, dependiendo del tamaño grupo familiar, como parte de la Gran Misión Vivienda Venezuela, iniciativa que lleva a cabo el Gobierno Nacional para mejorar la calidad de vida de aquellas personas que perdieron su inmueble producto de las lluvias, suscitadas entre finales de 2010 y comienzos de 2011, o que se encontraban en situación de riesgo.

Al acto de entrega de dichos hogares acudió el ministro para la Transformación Revolucionaria para la Gran Caracas, Ernesto Villegas, quien exhortó a los ciudadanos a mantener una convivencia basada en el respeto y la tolerancia entre vecinos «no se pueden aislar tienen que integrarse, respetarse y trabajar en conjunto», dijo mientras hacía la entrega de llaves.

Por su parte el General Francisco Vilela, Director Presidencial de la Comisión de Refugios Dignos, indicó a las familias que «se debe tener una buena conducta y relaciones con quienes habitarán el edificio porque así era el socialismo que quería Chávez, en paz y unión, queremos que todos se integren como una sola comunidad que son. El derecho de uno acaba cuando comienza el del prójimo».

Se acabó la espera
Lágrimas, exclamaciones de felicidad en los pasillos y escaleras se escuchaban a medida que las familias caminaban, con llave en mano, hacia sus apartamentos.

«Se acabó la espera, ya tengo mi vivienda digna, estoy feliz, mis hijos van a estar más tranquilos y nosotros también. Gracias al Gobierno Nacional por esta respuesta que llevábamos tres años y ocho meses esperándola», contó a Rosa María Sánchez, quien se mudará a partir del próximo lunes, igual que el resto de sus vecinos, junto a su esposo y cuatro hijos.

También fue un momento de felicidad para José Morón, quien vivía en la parte alta de Antímano, su casa se derrumbó producto de las lluvias y terminó refugiado en Catia con su esposa, Noris Pérez, y cinco hijos.

«Ayer recibí la llamada de que ya me tenían asignada la vivienda y fue uno de los días más felices de mi vida. Nunca perdí la fe y la esperanza de que este día llegara pero de verdad vivimos momentos muy fuertes en condición de refugiados».

Por su parte, Joana Uzcátegui, proveniente del refugio de Nueva Tacagua, agregó que después de un año en situación de refugio «hoy recibí una bendición muy grande. Ya tengo un hogar para vivir con mi esposo y mis cinco hijos. No tenía palabras al momento en que me llamaron, sentí mucha emoción».

La meta de la Gran Misión Vivienda Venezuela es alcanzar 3 millones de casas para 2019, con lo cual se saldará la deuda histórica de viviendas en el país. Hasta la fecha más de 621.000 familias se han convertido en propietarias de sus nuevos hogares.

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AVN

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