(Palacio de Miraflores, Caracas) Amaneció el día indicado; jornada para empeñar el corazón. Brotan las voluntades desde cada hogar, un sentimiento se desborda y convoca. No es poco lo que está en juego y hoy parte una marcha, irreversible e invencible, hacia el 7 de octubre. El presidente Hugo Chávez inscribirá a las 4 de la tarde su candidatura ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) y empeñará, junto a ese pueblo, un nuevo compromiso con la República Bolivariana.
«¡Que se desborde Caracas! Será un día de júbilo: es la candidatura de la Patria. ¡Viva Venezuela!», expresó exultante el pasado 9 de junio, desde el Palacio de Miraflores, el comandante Chávez. La emoción que contagia a todo un país tiene un motivo: el líder de la Revolución vuelve a la vanguardia para enfrentar un camino no desprovisto de retos y dificultades, pero motorizado por la conciencia y la voluntad que se forja con las victorias del día a día.
Asumir el compromiso de librar una nueva Batalla de Carabobo no es cualquier gesta. A cuestas, los venezolanos cargan la experiencia del camino recorrido. Es por ello que hace dos meses, el Presidente advirtió: «No nos estamos enfrentando solo a los majunches de aquí, ¡no!, es al Imperio, con toda su capacidad de maniobra y toda su fuerza. ¡No nos descuidemos ni un instante para garantizar la paz en Venezuela!».
Precisamente, son la conciencia y la voluntad las que han mantenido triunfadora a la Democracia Bolivariana, pero también mantienen alerta al pueblo, porque ha aprendido a conocer a sus adversarios. «La victoria socialista, popular y bolivariana que vamos a obtener el 7 de octubre, es la garantía de la continuidad de la paz, de la armonía, de la unidad nacional, del desarrollo y de la felicidad nacional», reafirmó Chávez esa misma tarde.
El jefe de Estado no improvisa e informó el sábado pasado que esta tarde entregará al CNE un documento en el que estuvo trabajando y donde «están contenidos los grandes objetivos históricos» de la Revolución Bolivariana para el período 2013-2019, con la misión primordial de «defender, expandir y consolidar el bien más preciado que hemos reconquistado después de 200 años: la independencia nacional».
Hace exactamente dos meses, el comandante Chávez dijo: «Si Bolívar hubiera tenido la dicha de tener un pueblo y un ejército hasta el final, nunca hubiésemos perdido la independencia; pero ¡esta es nuestra hora!, ¡llegó el gran día de la Patria!». Desde las plazas Bolívar de la nación, el pueblo venezolano ha de hacerse lancero en compromiso y voluntad. Y en la cuna del Libertador, desde el Palacio del Pueblo y hasta el CNE, el entusiasmo ha de galopar a paso redoblado, es la Patria la que llama.
Por: Raymond Nedeljkovic
