Embajador de Rusia: Vacuna no debe ser tema comercial porque se trata de la vida humana

Prensa Presidencial/Efrain Gonzalez

Palacio de Miraflores, Caracas.- La preservación de los derechos fundamentales de la población es uno de los principios que sustentan las relaciones de cooperación entre la Federación Rusa y la República Bolivariana de Venezuela, así lo destaca el embajador euroasiático Serguey Melik-Bagdasarov, quien defendió la alianza bilateral como un mecanismo trascendental para enfrentar la pandemia por COVID-19.

“Venezuela es un socio estratégico”, subrayó minutos después de refrendado el contrato que le permitirá al Gobierno Bolivariano adquirir 10 millones de dosis de la vacuna Sputnik-V, desarrollada por el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, ubicado en Moscú.

Esta cooperación “única en el hemisferio occidental”, continúa el camino iniciado en octubre pasado cuando Venezuela se convirtió en la primera nación de América en incorporarse a la Fase III de los ensayos clínicos de la vacuna rusa Sputnik-V, cuyos niveles de efectividad superan el 90%.

Y es que para Rusia, el inicio de la campaña de inmunización es “un logro muy importante”, razón por la cual sostiene que la producción de vacunas no debe centrarse en el mercantilismo, dado que “se trata de la vida humana”.

“La campaña de vacunación va a prosperar. Aquí y en Rusia estamos avanzando en esa dirección y seguiremos colaborando”, sostiene.

A continuación, la entrevista íntegra concedida por el embajador de la Federación de Rusia en Venezuela, Serguey Melik-Bagdasarov, al equipo de Prensa Presidencial:

Venezuela y Rusia han concretado un acuerdo para continuar recibiendo dosis de la vacuna Sputnik-V, ¿nos puede adelantar en qué consiste y cómo se perfila la cooperación entre ambas naciones?

Esta cooperación es interesante porque es única en el hemisferio occidental. Desde el primer momento, cuando el Gobierno venezolano recibió información de que en Rusia se estaba desarrollando una vacuna, propuso su cooperación en varias materias, no solo en importación de la vacuna, sino también en ensayos clínicos y con la futura producción de la vacuna en el país.

El Gobierno de Venezuela es muy prudente porque cumple con todos los requisitos, hasta el más mínimo, absolutamente todos. No es nada fácil hacer estos ensayos clínicos de tercera fase, son muy puntuales y el Gobierno -con todos sus profesionales de salud-, se esforzó para que estos ensayos prosperen en Venezuela; todavía no está terminado este proceso de ensayos.

Este día he tenido el honor de estar presente en la firma del contrato que es a futuro. La intención anunciada por la vicepresidenta Ejecutiva, Delcy Rodríguez, es recibir las vacunas para 10 millones de personas en el futuro, paso a paso, lote por lote, vamos a realizar esta cooperación entre ambas naciones.

¿Solo se contempla la vacuna Sputnik-V o están incluidos equipamientos, medicinas y fármacos en este acuerdo?

Son, al menos, tres procesos que tienen relación, pero no son dependientes entre sí. En primer lugar está la participación de Venezuela en la tercera fase (de ensayos clínicos), en segundo lugar está la comercialización de la vacuna y en tercer lugar la producción.

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Entendemos que, además de la vacuna Sputnik-V se desarrollan estudios con EpiVac Corona y con el Instituto Chumakov, ¿cómo avanzan los candidatos vacunales desarrollados por la Federación Rusa y cuál es su posición ante los cuestionamientos que se hacen desde otros países sobre la efectividad de la vacuna Sputnik-V?

Cada vacuna desarrollada es diferente porque están basadas en distintas tecnologías, por ejemplo: la vacuna Sputnik-V contiene una parte pequeñita del virus y otros elementos que permiten a la persona vacunada desarrollar anticuerpos; la segunda vacuna que es EpiVac Corona no está basada en vectores sino en péptidos, no contiene virus en sí mismo. Son distintas tecnologías y están orientadas a distintos grupos (etarios).

Ha quedado demostrada la efectividad de la Sputnik-V científicamente, sin embargo, hay un sector al que no parece convenirle el auge de la vacuna y cuestiona su efectividad, ¿qué le dice a ese sector?

No estamos muy sorprendidos de que algunos países occidentales, llamados así en primer término, aprovechen este tipo de competición para dañar la imagen de nuestra vacuna, sea la Sputnik-V, la del Instituto Chumakov o la EpiVac Corona (…) La eficacia de la Sputnik-V ya está confirmada en más del 91% o 92%, muy alta eficacia, la prueba de esta eficacia es que, por ejemplo, otra famosa vacuna, la de AstraZeneca, en sus laboratorios están interesados en desarrollar cooperación con (Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología) Gamaleya.

En el caso de Venezuela, tenemos un escenario de países vecinos con altos puntos porcentuales de contagios y decesos por COVID-19, considerando este panorama ¿cuál es su opinión sobre el manejo epidemiológico en Venezuela?

Venezuela tiene una experiencia que no he visto en otros países. Fui sorprendido por la eficacia del sistema 7+7, siete días de cuarentena y siete días de flexibilización. Esta experiencia da un resultado interesante: la gente va a la calle, permite a varios sectores económicos activarse, si la gente se contamina pasa la otra semana en casa, teniendo en cuenta que los primeros síntomas aparecen entre el tercer y el séptimo día, con esto podemos aislar a la gente en casa y pasar a la siguiente semana de flexibilización. Hoy día, Venezuela muestra datos bastante buenos, poco más de 100 mil casos, en comparación con la vecina Colombia que tiene 10 veces más esos casos o el vecino Brasil que tiene 70 veces más.

Hay un estudio de la alianza The People Vaccine que destaca que entre el 96% y el 100% de las vacunas producidas por Pfizer y Moderna serán distribuidos en países ricos, panorama que contrasta con la República Popular China y la Federación Rusa que destinarán sus candidatos vacunales a países en vías de desarrollo o con escasos recursos, ¿qué significa para la Federación Rusa el respaldo a países de bajos recursos y, al mismo tiempo, afianzar la cooperación en estos momentos difíciles?

Es importante entender que, en tiempos de COVID-19, la solidaridad internacional vale mucho. Desde el principio, Rusia se concentró en la producción de una vacuna segura, efectiva y universal; nosotros estamos muy interesados en desarrollar cooperación internacional para juntos responder a este desafío. Lo primordial que tenemos es la vida humana y Rusia, no solamente durante la pandemia, está dispuesta a prestar asistencia humanitaria a otros países de forma desinteresada y sin buscar beneficios políticos.

Las naciones de Europa y Occidente, desde enero o marzo, emprendieron una carrera para encontrar la vacuna contra el COVID-19 con miras a la mercantilización…

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Así son las cosas. Nosotros vamos a estar abiertos, claro que las industrias que están produciendo la vacuna necesitan el dinero, pero no una ganancia enorme para enriquecerse sino para compensar sus gastos con esto. El tema de la producción de vacunas no puede considerarse de manera comercial porque se trata de la vida humana, nosotros la consideramos de esta manera. Hay gobiernos, el Gobierno de Rusia o el Gobierno de Venezuela que dice que la vacuna será gratis para sus ciudadanos, es un gesto muy generoso y responsable porque en algunos países la vacunas se venden para el pueblo y el precio de algunas son decenas de dólares. La campaña de vacunación es un logro muy importante, creo que va a prosperar y estamos avanzando en esta dirección y vamos a seguir colaborando.

Hay un punto en común entre la Federación Rusia y la República Bolivariana de Venezuela, ahí incluimos a la República Popular China y la República Islámica de Irán, son naciones que enfrentan agresiones y, en el caso de Venezuela, un bloqueo económico que impide la adquisición de bienes fundamentales, ¿qué opina sobre el bloqueo económico que actualmente ejerce el gobierno estadounidense contra Venezuela?

Es un bloqueo criminal, no hay otras palabras para describirlo. Ellos dicen que es una presión hacia un gobierno, pero vamos a la raíz de esta presión: ¿Por qué está presionada Rusia, Venezuela, China o Irán? Porque cuidan su soberanía y la soberanía es la esencia de las relaciones internacionales hoy día. Después de la Segunda Guerra Mundial, no hay otra opción más que respetar las soberanías porque con la soberanía existen los Estados, son instrumentos de convivencia entre los pueblos

¿Cuál debe ser la respuesta que deben seguir los países sancionados para contrarrestar las agresiones?

Venezuela ha encontrado una respuesta muy eficaz, se trata de la Ley Antibloqueo, un instrumento muy eficaz para atraer las inversiones extranjeras, la cooperación multilateral y bilateral. De la esencia de las sanciones hay que entender que afectan sobre todo a los cimientos sociales más vulnerables, a la gente de a pie. Estados Unidos y otros países que apoyan mecanismos de sanciones unilaterales, violan los derechos humanos básicos de las personas, ante todo su derecho a la vida y la salud; cuando dicen que las sanciones no tienen relación con la compra de medicamentos, es una mentira porque, en el caso de Venezuela, que tiene mucho dinero en el exterior y cuentas bancarias congeladas, con estos recursos podría adquirir lo que necesitan y ahora están congelados, ¿cómo en esa situación pueden decir que no tienen nada que ver con el lado humanitario?

El Presidente Nicolás Maduro también ha planteado un mecanismo de cooperación internacional en el seno de la Organización de Naciones Unidas (ONU), justamente con estos países que son sancionados. ¿Qué opina sobre este planteamiento de Venezuela?

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Venezuela es un actor activo en el escenario internacional. Tenemos buena cooperación entre ambas naciones dentro de distintos organismos internacionales. La iniciativa de Venezuela de armar un grupo en apoyo de la Carta de la ONU, de sus principios básicos, es una iniciativa muy interesante y creo que, paso a paso, el número de países que van a acercarse a estas iniciativas va a crecer porque, si no me equivoco, 20% de los países están afectados por las llamadas sanciones que -por su naturalidad- son medidas coercitivas unilaterales, porque las sanciones siempre provienen del Consejo de Seguridad y en la Carta de la ONU hay requisitos concretos que denominan a las sanciones. Los países que se llaman los garantes de derechos humanos son los que no lo quieren asegurar o, tal vez, su humanidad son nada más que una cortina de humo para disimular intereses egoístas.

¿Cómo avanzan las relaciones entre Rusia y Venezuela en diferentes ámbitos? y ¿Cómo se perfila hacia el futuro de cara al escenario post pandemia?

Vamos a fortalecer nuestras relaciones, vamos a desarrollar los proyectos que tenemos y vamos a buscar nuevos proyectos porque tenemos mucho hacia el futuro. Tenemos un mecanismo crucial en nuestras relaciones que se llama la Comisión Intergubernamental de Alto Nivel, encabezada por el viceprimer ministro (de Rusia), Yuri Borísov, y por la parte venezolana por el Vicepresidente de Economía, Tareck El Aissami, que tiene varios grupos de cooperación económica, comercial, industrial, técnico-militar, alta tecnología, agricultura, transporte y en la época de COVID-19 nuestros ministerios hacen videoconferencias para intercambiar posiciones, visiones y elaboran documentos que en su tiempo vamos a firmar indudablemente. Seguimos combatiendo al COVID-19 para empezar los vuelos directos entre Moscú y Caracas, un tema especial y como Embajador tengo como desafío construir este puente aéreo entre ambas capitales.

No queremos hacer la cooperación solo en materia de energía, técnico-militar y los proyectos en materia de salud, los envíos de insulina lo confirman, nuestro interés es desarrollar la producción de insulina en Venezuela. Estamos interesados en una cooperación bilateral mucho más amplia.

El Gobierno de Venezuela ha dicho que las alianzas con Rusia van más allá de lo comercial, dado que nos mueve un sentimiento de solidaridad y amistad…

Es así. Nosotros compartimos los mismos valores de solidaridad humana, de la soberanía de los Estados, de la independencia, de los derechos humanos, de los derechos del pueblo, de los derechos básicos, esto es mucho más amplio que solo la cooperación comercial, que es un instrumento histórico, pero nuestra relación es mucho más solida y más orientada al bien de nuestros pueblos.

Sin duda alguna, la vacuna Sputnik-V llena de esperanza al pueblo venezolano, ¿cuál es el mensaje final que le da a la población venezolana?

Esta relación especial, nosotros no solo la vamos a conservar o proteger, sino que vamos a desarrollar esta relación de crédito mutuo, de amistad entre ambos pueblos. Ojalá pase esta temporada para reactivar nuestras actividades. Vamos al futuro juntos y juntos todo es posible.

Prensa Presidencial

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