Nueva York, Estados Unidos. En Estados Unidos habitantes de localidades que poseen índices de pobreza marcados, como el condado del Bronx, afrontan una realidad: la comunidad confronta constantemente una guerra económica.
Así lo expresó William Camacaro, venezolano con más de 20 años residenciado en Nueva York, quien explicó cuál es el proceso económico y social que afecta a tantas comunidades, específicamente, neoyorquinas.
Un fenómeno social conocido como gentrificación hace que en la ciudad existan sectores desplazados como consecuencia de la construcción de nuevos edificios mucho más costosos a los que las familias que allí residen no tienen acceso, por lo que se ven obligados a migrar a zonas más apartadas del centro.
“Hay un alto índice de personas sin casa en toda la ciudad, producto de esa política que se ha desarrollado: construir edificios muy lujosos y costosos para traer a personas que tienen un presupuesto alto, pero que las comunidades de menos poder adquisitivo no lo tienen. Esas comunidades poco a poco van quedando sin hogar o hacinados en pequeños apartamentos donde vive toda la familia”.
Con estudios de Comunicación Social en la Universidad Central de Venezuela, máster en Bellas Artes, en Literatura Latinoamericana, activista político y conductor de programa radiofónicos, Camacaro recuerda cómo afecta a los ciudadanos del Bronx, un sistema político, económico y social diseñado para dejar al margen a quienes no son poderosos.
Acotó que “si vives en los Estados Unidos y tienes un apartamento o una casa, así la hayas pagado sigues pagando porque vas a pagar de por vida, por ejemplo, impuestos de propiedad; pero si por alguna circunstancia dejas de pagar el impuesto, el Estado te puede quitar la casa o puede hipotecar la casa para tomar el dinero que le debes”.
A juicio de William Camacaro, “al fin y al cabo nada es tuyo porque has pagado por la casa y seguirás pagando un impuesto sobre lo que te pertenece”.
Comentó que otra de las formas en que se manifiesta esa guerra económica radica en la criminalización y el encarcelamiento de jóvenes en estas zonas de la ciudad.
“Cuando eres una persona que ha estado en prisión ya se hace mucho más difícil conseguir trabajo, ya tienes un récord criminal y eres un paria social. Hay un alto índice de personas de color que puede llegar hasta 40%, a quienes se les hace mucho más difícil conseguir becas para estudiar, empleos con el gobierno federal y eso te sumerge en la pobreza”.
En ese sentido reflexionó en cuanto a que “hay todo un sistema creado que te aísla de los beneficios que te pueda dejar la sociedad. En el caso de los latinos y los negros hay un alto porcentaje de criminalización. Por otro lado no hay asistencia social porque una vez que una persona tiene récord criminal no tiene derecho al voto, no tiene derecho a recibir ayudas del gobierno federal como becas, se va quedando al margen de la sociedad”.
Dijo que primero serían los afrodescendientes y después los latinos los grupos más grandes de jóvenes que han sido criminalizados”.
Explica que como excusa para esa criminalización toman en cuenta “faltas por las cuales una persona blanca no paga, por ejemplo, algo muy común es que estos jóvenes fumen marihuana. Si agarran a un joven de color fumando marihuana fácilmente va a prisión, pero si agarran a un joven blanco fumando marihuana no pasa nada. La policía ante los jóvenes blancos es mucho más condescendiente y, por supuesto, no criminaliza a la juventud anglosajona”.
Recordó que mucha gente en el Bronx ve con gran simpatía el apoyo que Venezuela le ha dado a los sectores más necesitados de esta zona en términos del programa de calefacción. Lo ven muy positivamente.
“Realmente pagas absolutamente todo. En el momento en que dejas de pagar la calefacción, hay gente a la que le cortan la calefacción. Hay gente que muere porque no tiene calefacción. Citgo es la única compañía
que inició un programa parecido ante la petición del Congreso de Estados Unidos. Eso la gente lo aprecia porque ante una situación como esa Citgo responde”.
La situación de Estados Unidos ha ido empeorando económicamente y lo deja ver claramente el proceso electoral que se vive con dos candidatos que representan enormes intereses económicos y quizás son lo peor del espectro político de la nación.
“Estados Unidos genera políticas que atentan contra los intereses de la clase trabajadora del planeta y nos arrastra a todos a una especie de colapso”, dijo.
Mencionó la utilización del fracking “como un arma política contra Venezuela por parte de la administración Obama y la promoción del fracking en otros países para destruir el mercado petrolero, es una política diseñada en contra, principalmente, de Venezuela, porque sería el eslabón más pequeño, más débil, pero después vendrían Irán y Rusia”.
Por José Manuel Blanco Díaz
