Teatro Bolívar, Caracas.- El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, reiteró la necesidad de colocar los conocimientos de las universidades al servicio de la Patria, para consolidar su plena independencia, el desarrollo socio productivo, cultural, tecnológico, energético, la salud, entre otras áreas de interés nacional.
«La calidad de la educación conectada con los planes desarrollo y las necesidades del país, este es el norte de la reorientación de la educación venezolana», expresó el Mandatario nacional.
Se está trabajando sobre el tema, pero hay que acelerar la reorientación educativa, dijo el jefe de Estado y de Gobierno, al recordar que para consolidar el Sistema Nacional de Salud Pública se ordenó la creación de la Universidad de la Salud del ALBA.
Para el fortalecimiento de la Seguridad Pública se construye la Academia de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y la Academia de la Policía Científica y Criminalística.
Es necesario consolidar un sistema universitario que continúe apoyando la revolución educativa y cultural de Venezuela, enfatizó el Presidente, para que prosiga el acceso a la educación de todos los venezolanos y no, exclusivamente, para las élites como ocurría en la IV República.
Los logros alcanzados en educación por la Revolución Bolivariana son significativos, como por ejemplo, pasar de una matrícula de 400 mil estudiantes en 1999, a 2 millones 600 mil estudiantes, colocando al país en el segundo lugar en América Latina y en quinto lugar en el mundo.
El cumplimiento de este objetivo pasa por el fortalecimiento del Sistema Educativo mediante el perfeccionamiento de la enseñanza. Al respecto, citó el artículo 104 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el cual reza lo siguiente: (…) El Estado estimulará su actualización permanente y les garantizará la estabilidad en el ejercicio de su carrera docente (…).
«Defendamos la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela con el conocimiento, con su aplicación y que nadie la vaya a vulnerar ni a asesinar, jamás».
Por: Maryuri Varela
