El líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, lo advertía en octubre de 2005 durante el programa Aló Presidente número 235… «Siempre han intentado desunirnos, también con esa estrategia de inventar mecanismos de integración que no funcionan, no nos dejemos engañar ¿Quién puede decir que la Comunidad Andina funciona? No funciona. Y tiene incluso un Parlamento. Son modelos que no integran nada; integran a las empresas, a las élites empresariales, pero ¿Nuestros pueblos, nuestras economías cómo están?».
Chávez recién regresaba de Brasil. Se había reunido con su homólogo brasileño de entonces, Ignácio Lula da Silva, y comentaba, en el programa dominical, las matrices infundadas para generar desencuentros entre los dos, quienes encarnaban los dos liderazgos más importantes en el proceso de la nueva integración, la de los complementos y convenios suscritos desde la humanización.
A propósito de esa postura crítica con los tradicionales esquemas de «integración», Chávez explicó ese día las primeras premisas de la configuración geo-energética que hoy avanza en toda la región, con Venezuela a la vanguardia de nuevas fórmulas para la unidad:
El cono sur, con Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile; el cono andino, que combinaría el petróleo venezolano con las potencialidades de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, y un anillo «elíptico» en el Caribe -Petrocaribe-… Además, adelantó algo sobre un polo más que miraría hacia el norte, más temprano que tarde.
«No podemos darle la espalda a ningún país (…). En el norte hay mucha gente pobre que se muere en invierno porque no tienen cómo pagar calefacción».
El quinto bloque más fuerte del mundo
«Suramérica, además de bella, es un continente perfecto», dijo Chávez, con mapa en mano, antes de resumir las potencialidades de esta región: 17 millones de kilómetros cuadrados; las reservas de energía, agua y biodiversidad más grandes del planeta; 362 millones de habitantes y «somos el quinto bloque más fuerte del mundo, en términos de Producto Interno Bruto».
«Tenemos que avanzar en la nueva forma que le vamos a dar a nuestra integración: Petrosur, Telesur, el Banco del Sur, hagamos un plan suramericano de producción de alimentos, una campaña suramericana de alfabetización, avancemos en la parte política, que es tan importante, para acercar posiciones ante el mundo en bloque», insistía.
Sistema agroalimentario
En este Aló Presidente, Chávez rindió al país un balance de logros en materia de distribución de alimentos. Había pasado un año de la creación del Ministerio de Alimentación.
La red Mercal, concebida en 2003 como contrapeso de los sabotajes emprendidos por grupos económicos para generar el fracaso del gobierno de Chávez, pasó de tres establecimientos, en sus inicios, a 14.386 en el 2005, incluyendo Mercales, Mercalitos tipo 1, bodegas populares, móviles, centros de acopio y almacenes de distribución.
La recuperación de silos incrementó el número de estos almacenes de 8 a 26 en todo el país, lo cual implicaba también un aumento en capacidad de almacenamiento, de 122.000 a 940.000 toneladas.
Llamado contra el odio
Tras leer el capítulo de un libro escrito por el ex fiscal general Isaías Rodríguez, intitulado Abril comienza en octubre, el líder socialista llamaba a los sectores opositores a deponer las posturas de odio hacia el chavismo.
«Sean cuales fueren sus posiciones, sus preferencias, por amor a Dios, a sus hijos, no permitamos que un grupo pequeñito, pero con un poder muy grande, vuelva a llevarnos al tiempo de la ira a través de sus campañas mediáticas, con sus inyecciones de odio».
