En claves: Agenda de desarrollo post pandemia del Instituto Tricontinental de Investigación Social

Foto: Prensa Presidencial/Efraín González

Palacio de Miraflores, Caracas.- En función de construir una alternativa al “camino capitalista”, el Instituto Tricontinental de Investigación Social trazó una agenda orientada al fortalecimiento del sector público de los países en desarrollo.

El intelectual Vijay Prashad, director del Instituto de Investigación Social, explicó que las recomendaciones están sustentadas en el Nuevo Orden Económico, propuesta en 1974, así como el espíritu de fondo humanitario internacional trazado por el Comandante Hugo Chávez.

Estas recomendaciones serán discutidas por autoridades políticas y económicas del ALBA-TCP el próximo 29 de junio, fecha en la que se prevén concretar las propuestas resultantes de la Conferencia de Alto Nivel: Economía post pandemia.

A continuación, conozca los 10 puntos presentes en la agenda de desarrollo post pandemia:

– Combatir la pandemia global. Aumentar la producción del sector público en materia de mascarillas, equipos de protección, respiradores y pruebas, así como la instalación de hospitales de campaña.

Esta orientación comprende establecer el control obrero sobre las condiciones de trabajo en función de que provean un ambiente de trabajo higiénico, al tiempo que exhorta a las autoridades gubernamentales “contratar personal que rompa la cadena de contagio” y garantice la satisfacción de las necesidades del pueblo.

– Solidaridad médica. Los Estados deben utilizar recursos para ampliar la educación médica pública y para capacitar a trabajadores de la salud dentro de las comunidades y suministrar servicios de salud.

El internacionalismo médico, protagonizado por Cuba, debe convertirse en un modelo a través de la Organización Mundial de la Salud (OMS). De igual modo, sugieren la nacionalización del sector público de salud y la creación de centros médicos pequeños de fácil acceso para la población.

– Patrimonio intelectual. Los países en desarrollo deben presionar para la reconsideración del acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual (Aspic) relacionados con el comercio que “otorgan derechos sin restricciones sobre bienes que deben ser parte del patrimonio global”.

En este punto aplican fármacos, tecnologías y, especialmente, la vacuna contra el COVID-19 que “debe ofrecerse sin consideraciones para la producción en distintos países”.  

– Cancelación de la deuda. El alivio de la deuda debe ir más allá de los 47 países menos desarrollados, incluyendo a todos los países en desarrollo. En simultáneo, debe constituirse una alianza internacional para que “el servicio de la deuda sea plenamente canalizado hacia las necesidades más urgentes de la sociedad”.

– Solidaridad alimentaria. La producción de alimentos “debe convertirse en un derecho humano prioritario”, acción que habrá de ejecutarse en paralelo al combate del control corporativo sobre la agricultura y el aumento de la producción.

“Se deben fortalecer los sistemas universales de distribución de alimentos para otorgarles mayores ingresos a los agricultores”.

 – Ampliar lo público. Los países en desarrollo deben ser vanguardia en la defensa del sector público para la producción de bienes y servicios esenciales para la vida moderna.

 – Impuesto a la fortuna. Deben recuperarse flujos financieros ilícitos y adoptarse medidas tributarias sobre la alta burguesía, dichos fondos “serían suficientes para redirigir las prioridades hacia la eliminación de la pobreza, el hambre y el analfabetismo”.

 – Controles al capital. Creación de una plataforma internacional que comprometa a los países en desarrollo a imponer controles al capital, acción que permitirá regular el flujo de finanzas dentro y fuera del territorio.

“Los controles al capital y el control democrático sobre el banco central prevendrían la fuga de capitales y debería otorgar soberanía a los gobiernos sobre sus divisas y su economía”.

 – Comercio regional sin dólar. Es necesario “desempolvar sistemas alternativos de pago y crear nuevas instituciones financieras globales para facilitar transferencias electrónicas”, así como fortalecer bloques comerciales regionales que utilizan el trueque como mecanismo de pago.

 – Planificación centralizada, vida descentralizada. Establecer mecanismos de organización central y participativa a una escala creciente para que “la producción mundial se oriente hacia la necesidad y no hacia el lucro”.

“La planificación central permitiría nacionalizar sectores como la minería, producción agrícola, procesamiento de alimentos y turismo, estos se pondrían bajo el control obrero a través de cooperativas de esta manera se puede reducir el despilfarro”.

Prensa Presidencial / Karelis González

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