Palacio de Miraflores, Caracas.- Seis años han transcurrido de aquel 7 de octubre en que el pueblo respaldó, una vez más, al Comandante Hugo Chávez en su lucha por evitar que los imperios dominaran nuevamente al país.
Fueron ocho millones 191 mil 132 los venezolanos y venezolanas -55,07% de la población votante en 2012- quienes ese domingo apoyaron no solo la ideología socialista que promovía el líder sino también el camino de la Revolución Bolivariana, que comenzaba a sentar sus bases tras la ejecución del Proyecto Nacional Simón Bolívar 2007-2013.
La contundente victoria presidencial – que lo erigió como el único mandatario en la historia de Venezuela en resultar electo en cuatro ocasiones consecutivas- estuvo precedida de una multitudinaria concentración. “De Sabaneta a Miraflores” arrancó el 1 de octubre en el estado Barinas, recorrió Cojedes, Portuguesa, Yaracuy, Lara, Carabobo y Aragua y finalizó tres días más tarde con siete avenidas de la capital inundadas de marea humana.
“Hemos logrado salvar la Patria en los últimos diez años y hemos echado las bases del futuro (…) el 7 de octubre debemos salir temprano a votar para garantizar la victoria y abrir los portones del futuro, nada ni nadie les robará el futuro al pueblo, a la Patria venezolana, a los jóvenes venezolanos», aseveró Chávez durante su discurso de cierre de campaña.
Y así fue, los bolivarianos atendieron al llamado y la Revolución se consolidaba una vez más, pero estos comicios se volvieron particulares porque estuvieron signados por un Chávez que en pleno combate por la vida demostró su amor por la patria, su pueblo y sus inquebrantables pensamientos de que el socialismo es el camino.
Además, demostró al mundo que Venezuela seguía firme en su decisión de no negociar su libertad y resolvió ante los dos modelos políticos que predominaban en esa campaña: el de la igualdad social y el imperial mezquino.
Tras conocer los resultados de la jornada electoral, el Comandante se dirigió desde el balcón del pueblo a la multitud roja que allí se apostó, para con sonrisas, gritos de alegría y al compás de aplausos celebrar un nuevo triunfo del pueblo.
“Como lo veníamos diciendo durante los últimos meses, la batalla perfecta, fue una batalla perfecta en toda la línea, una batalla democrática (…). No hubo ningún acontecimiento que lamentar, no hubo nada que manchara la batalla perfecta y la victoria perfecta de Venezuela (…), hoy ha sido un día memorable, les doy gracias y le pido a Dios vida y salud para seguirle sirviendo al pueblo venezolano”, expresó.
Estas palabras quedarían grabadas en la mente y el corazón de las y los revolucionarios, quienes con dolor aun por ser testigos de la desaparición física del Gigante de la Patria, decidieron dar una nueva batalla que inspiró al hoy presidente de la República, Nicolás Maduro.
Esa victoria perfecta la atesora el Jefe de Estado, pues desde el inicio de su gestión mantiene firme el compromiso de defender el legado del Eterno Comandante.
Su talante social en estos cinco años así lo demuestran y esto no ha pasado desapercibido, pues la Revolución suma hasta la fecha 22 victorias electorales, gracias al despertar de un pueblo socialista que se mantiene en unidad, lucha, batalla y victoria.
Prensa Presidencial/Carolina Ojeda
