Palacio Federal Legislativo, Caracas.- La República Bolivariana de Venezuela sorteó en el 2020 más de 400 acciones orientadas a socavar la institucionalidad nacional, enfatizó el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, en el Mensaje Anual a la Nación, desde el Palacio Federal Legislativo, en Caracas.
Al pronunciarse acerca del histórico de agresiones durante lo que denominó «quinquenio de la traición», indicó que uno de los grandes desafíos del país fue enfrentar «agresiones conocidas del campo militar, paramilitar, de terrorismo, sistematizada y materializada por la derecha extremista de Venezuela y de América Latina».
El jefe de Estado venezolano señaló que estas acciones se llevaron a cabo con el «uso de la fachada de la Asamblea Nacional saliente y con apoyo y consentimiento de gobiernos extranjeros como el que culmina con más penas que glorias en Estados Unidos y los que aún agonizan en América Latina», como el colombiano, el brasileño, el ecuatoriano, el chileno, por solo nombrar cuatro agónicos e impopulares gobiernos del Continente».
Como parte de este «difícil, oscuro, cruel y perverso quinquenio» de la historia legislativa republicana de Venezuela, recordó el Dignatario cómo a finales de 2016, mientras en Estados Unidos llegaba Donald Trump, en la Asamblea Nacional venezolana, en desacato, se empezaban a emplear fórmulas fraudulentas que buscaban destituirlo y derrocarlo.
«Buscaban decretar mi supuesto abandono del cargo como mandatario y solicitar la presión internacional mediante sanciones contra la economía, a la Unión Europea, a los Estados Unidos, y a los países subordinados de la región con los lobbies que ellos financian», sentenció.
Narró cómo la ultraderecha venezolana, al verse derrotada con sus planes por el torrente tremendo de fuerzas democráticas de nuestro pueblo, en las elecciones presidenciales de 2018, optó por aliarse con los factores extremistas que planificó con la cooperación del Gobierno de Colombia y Estados Unidos un magnicidio, en mí contra, querían exterminarme junto al alto gobierno, ministros y el Alto Mando Militar, no debemos olvidarlo jamás».
Así transcurrió el tiempo, y al año siguiente, luego de la toma de posesión como presidente para el periodo 2019-2025 decidieron «lanzarse la aventura política de poner a un títere a autoproclamarse presidente de Venezuela, aquel 23 de enero de 2019, con el apoyo del gobierno extremista de Donald Trump, para comenzar una de las etapas más oscuras de algún grupo político opuesto en la historia de nuestro país».
Entre muchas acciones, «intentaron invadir al país por la frontera del Táchira, argumentando una supuesta ayuda humanitaria que fue contenida de manera valiente y heroica por el pueblo en perfecta unión cívico-militar».
El 2020 fue el año en el que la saliente administración de Donald Trump de «manera descarada le colocó precio a mi cabeza, quince millones de dólares» como una muestra más de la «forma extremista de ver la política», por parte del supremacismo, el «cual cometió errores garrafales durante cuatro años.
También recordó la incursión armada que pretendía desestabilizar la democracia y asesinarlo, denominada Operación Gedeón, en la que participaron grupos de mercenarios relacionados con los planes de golpe de Estado y capturados en las playas de Macuto, estado Vargas, y Chuao, estado Aragua, con el apoyo del gobierno colombiano y de la Casa Blanca. Sobre esta operación, llamó a no olvidar su impacto y significado contra la seguridad y defensa del país.
Prensa Presidencial / Anaís Pérez
