Venezuela cumple 211 años de su primer grito independentista

Era Jueves Santo. La Plaza Mayor estaba llena de personas que se aproximaban a la Catedral de Caracas para ver los actos eclesiásticos, pero no fue sino al frente, en el Cabildo, en lo que hoy se conoce como la Casa Amarilla, donde fue «el evento principal», tras la renuncia de Vicente Emparan, quien estaba a cargo de la Capitanía General de Venezuela.

Hecho generado tras la caída de la corona española por parte de la acción de Napoleón Bonaparte, quien había invadido ese reino y colocado a su hermano José.

Emparan estaba cuestionado por la manera en que conducía su gestión. Era el representante del monarca Fernando VII. Los hechos que ocurrían en la Europa Occidental conllevaron a que una vanguardia venezolana comenzara a presionar para que un criollo comenzara a gobernar este territorio suramericano.

Los hechos

Luego de varios minutos de deliberaciones y pujas por su renuncia, Emparan salió al balcón preguntando a la población si querían que continuase con su mandato y fue cuando el padre José Cortés de Madariaga, quien se encontraba detrás del capitán general, hizo gesto de negación con sus manos buscando que los feligreses dijeran: ¡No lo queremos!, cuestión que logró, porque el dirigente español fue rechazado por todos los que se encontraban en la hoy conocida como Plaza Bolívar.

Emparan respondió: «Yo tampoco quiero mando», y, posteriormente, renunció al cargo con una carta firmada.

Inmediatamente, se creó la Junta Suprema Conservadora de los Derechos de Fernando VII, antecedente de la Junta Suprema de Gobierno de Venezuela que adelantó la conformación de un gobierno independiente de España.

La venezolana fue la primera revolución en el continente americano hecha sin violencia con miras a la conformación de una república.

 

Prensa Digital MippCI / MPPC

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