Continúan las protestas en Colombia que han paralizado al vecino país en rechazo al neoliberalismo que ha impuesto el gobierno de Iván Duque y que afecta a la mayoría de la clase media y humilde.
«Hoy es cese de actividades económicas. Es una huelga general para llevar a Duque a negociar la mejoría de los derechos a la educación, la pensión, la salud, la estabilidad laboral y la paz», escribió en su cuenta de Twitter el senador de izquierda y excandidato presidencial Gustavo Petro, uno de los principales convocadores a la marcha.
«Seguimos en las calles porque la educación se defiende, se vive y se construye desde las escuelas. Nos movilizamos en el paro nacional y no desistiremos», escribió por su parte en esa red social la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode).
Los integrantes del Comité del Paro se reunieron el 3 de diciembre con representantes del Gobierno para buscar una salida a las protestas que ya completan 14 días, pero ambas partes no lograron ningún acuerdo y prevén reunirse en la tarde del 5 de diciembre para continuar las negociaciones, que por ahora están en fase exploratoria.
Ante ese diálogo previsto, el Gobierno pidió al Comité desmontar el paro de este 4 de diciembre, pero los organizadores de la marcha se opusieron.
«No se ha llegado a acuerdos porque tenemos discrepancias con el Gobierno sobre el carácter de la Mesa de Negociación con el Comité Nacional de Paro. La negociación se dará en medio de las movilizaciones, por lo tanto mañana va el paro del 4 de diciembre», escribió en Twitter el 3 de diciembre Diógenes Orjuela, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), una de las organizaciones que lidera las manifestaciones.
Las movilizaciones en Bogotá comenzaron este 4 de diciembre a las 07.00 hora local (12.00 GMT) en las zonas norte, sur y occidente, desde donde marchan a la céntrica Plaza de Bolívar, lo que ya genera cierre de vías y alta congestión vehicular, así como también afectaciones para los usuarios del sistema de transporte masivo Transmilenio.
En la marcha de Bogotá también participan integrantes de la Guardia Indígena, quienes llegaron el 2 de diciembre provenientes del departamento del Cauca (suroeste) para sumarse al paro.
Más temprano, el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, declaró que la ciudad opera con normalidad.
«Felizmente la ciudad está operando normalmente. Aquí se vive una democracia plena. Conviven los marchantes y quienes se desplazan para sus trabajos o estudios. Esperamos que el transcurso del día sea igual», escribió en redes sociales.
En otras ciudades del país, como Medellín (noroeste), Cali (suroeste) y Barranquilla (norte) también se llevan a cabo movilizaciones y cierres de vías en este momento, sin que los medios locales de prensa o las redes sociales reporten enfrentamientos o hechos de gravedad.
Según el Gobierno, las movilizaciones han generado pérdidas por 1,4 billones de pesos (412 millones de dólares) para la economía nacional, mientras que más de 177 civiles han resultado lesionados junto con más de 340 agentes de la Fuerza Pública.
Prensa Digital MippCI / Mundo Sputnik
