No daré hijos, daré versos: homenaje al erotismo lírico

Con el impecable escenario del Teatro Bolívar, ambientado en la época de 1900, la dramaturgia uruguaya presentó su obra No daré hijos, daré versos; un homenaje artístico a su compatriota y poetisa Delmira Agustini.

Desarrollada por la agrupación Teatro La Morena, la obra recrea el sentir de una mujer que a través de sus versos, desborda todo el erotismo y la pasión que la queman internamente y que ante una sociedad conservadora, debe mantener la compostura que se espera de una mujer de su clase.

Los diálogos, magistralmente presentados con fragmentos de las poesías de Delmira, permiten que seis actores vayan entrelanzando una historia que se mueve por varios elementos: el deseo de vivir intensa y libremente; los códigos de una familia conservadora uruguaya a inicios del siglo XX; el deseo de amar sin ataduras; la rebeldía y la explosión de una mujer, que como muchos afirman vivió adelantada a su época.

Reflexiva y picante, la obra se divide en tres momentos. El primero sobre una cama, donde los seis actores, tres mujeres y tres hombres, interpretan simultáneamente a Delmira y su marido, sus intensas conversaciones dejan claro la vida a medias que lleva la poetisa. Posteriormente en un revuelo los mismos intérpretes arman una segunda escenografía, una sala de casa de dicha época, adoptando allí nuevos papeles: narradora, padre, hermano, madre, esposo y Delmira, presentan el círculo de vida al que estaba condenada.

Cada detalle se fue presentando ante una chistosa ironía, que más que risas, dejó en los espectadores, análisis. Para finalizar el tercer acto rompió con el esquema tradicional del teatro, puesto que los actores realizaron una exposición de quién fue Delmira y cómo fue que ellos decidieron realizar este homenaje a una mujer, que aseguran, merece mayor reconocimiento de la sociedad uruguaya.

Prensa Digital Mippci/Fundarte

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