Misión Milagro, 17 años de solidaridad con los más humildes

Foto: Yndira López

 

Palacio de Miraflores.- Caracas. Una cita periodística nos conduce a Olivia Chacón. Ella de 71 años es oriunda de San Cristóbal, pero reside en Charallave, estado Miranda. En una silla de espera del Ipasme, en el servicio de oftalmología donde funciona la Misión Milagro, en Caracas, se produce el sencillo encuentro, sin la rigidez que exige una entrevista de prensa, su calidez y disposición propia del trato andino estimuló una conversación amena y muy sentida. Lo primero que nos expresa Olivia, es su gratitud tras recobrar la visión que había perdido por la catarata y la afección por glaucoma.

Foto: Yndira López

¡Estoy inmensamente feliz por volver a ver el rostro de mi nieta y de mi hija que no se lo veía hace tiempo. Lo primero que hice fue alabar a Dios, que Dios bendiga las manos del doctor que me operó y a todo el personal que trabaja aquí”. Olivia, habla desde el corazón. La palabra se hace sentimiento y un nudo toma su garganta para expresar que ha superado todos los malestares que producen la enfermedad.

Habiendo vencido el lastre de la ceguera, después de 21 días de operada y aún con los vestigios propios de la operación, nos describe con fe el humanismo de la Misión Milagro. “Me trataron con todo el respeto, con todo el cariño y dedicación que necesita una persona que está enferma”. También agradece al presidente Nicolás Maduro, por la atención y envía un mensaje para que siga ayudando solidariamente al pueblo. “Es algo muy bonito lo que están haciendo con la Misión Milagro, porque el perder la vista no se lo deseo a nadie, es terrible. Es una obra maravillosa que Dios los bendiga, sigan ayudando a quien más lo necesite”.

Como Olivia, hasta el año 2020, cerca de 7 millones de personas en el país, en  Suramérica y el Caribe, han recobrado la vista con el abrazo humanista de la Misión Milagro, que nació el 8 de julio del año 2004.

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Esta idea se materializó con el ejemplo que había germinado en la República de Cuba y se concreta con la fuerza y voluntad política de dos gigantes adelantados a sus tiempos: el Comandante Eterno Hugo Chávez y el Comandante Fidel Castro. “Cuba y Venezuela están más unidas que nunca en esta batalla por la dignidad de nuestros pueblos, por la segunda independencia de nuestra patria”, expresó Chávez en la fecha memorable.

Entonces florecía el Compromiso de Sandino, llamado así porque el convenio fue suscrito en Pinar del Río, municipio Sandino, en Cuba para atender a 6 millones de venezolanos y extranjeros en los primeros 10 años del convenio en hospitales de Venezuela y en la Mayor de las Antillas, y se extiende al contexto de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).

El sistema de atención médica incluye traslados, hospitalización, tratamiento e intervenciones quirúrgicas. Para este objetivo se ha contado con la cooperación del Ministerio del Poder Popular para el Transporte a través del Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos S.A. (Conviasa), que se ha encargado de transportar a cientos de pacientes a Venezuela para ser operados de diversas patologías visuales.

La Misión Milagro, está bajo la rectoría del Ministerio del Poder Popular para la Salud, y permite el acceso gratuito y de calidad – como muy pocos países en el mundo- a una atención en salud visual que viene a saldar una inmensa deuda social heredada del puntofijismo que incluye a los más desposeídos. Un paciente que logra con éxito recuperar la visión, no está siendo favorecido sólo en lo individual, sino también en lo colectivo y en el aspecto comunal que lo envuelve, y ese es uno de los objetivos humanistas de esta misión: incorporar al ciudadano atendido a la vida plena.

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Esta política pública que adelanta la Fundación Misión Milagro fue relanzada en el año 2020, por el jefe de Estado y de Gobierno, Nicolás Maduro con la meta de llegar a 10 millones de personas con problemas visuales.

Entre tanto se atienden las patologías oculares como la catarata, carnosidad, glaucoma, estrabismo, desprendimiento de la retina, distrofia cornial, queratocono avanzado y ectasias secundarias, entre otras.

 

Una luz desde lo científico para devolver la visión

Tomamos como ejemplo de atención de la Misión Milagro, el servicio que se presta en el Ipasme, donde se atiende a los afiliados, trabajadores administrativos y obreros dependientes del Ministerio de Educación, y a la comunidad en general. Allí se realizan, no sólo consultas oftalmológicas, sino que se captan los pacientes, se diagnóstica la patología y se desarrollan operaciones a diario, aún en tiempos de pandemia por la COVID-19, promoviendo las medidas de bioseguridad.

Un ambiente de solidaridad, respeto, corresponsabilidad y humanismo se siente al llegar a las áreas aledañas al quirófano. Allí se ofrecen los exámenes preoperatorios, estudios de RX, para luego  evaluar a los pacientes por los especialistas de la Misión dentro de la Unidad, donde se verifica si cumplen con todos los requisitos para ser atendido quirúrgicamente.

Ya adentro se aviva un sentimiento de confianza entre el paciente, el personal de enfermería y su médico tratante, porque antes, durante y después de la intervención, la atención está garantizada por galenos consagrados con la disciplina y el estudio propio de la exigente profesión, y se dispondrán de todos los equipos e insumos necesarios de alta tecnología para el logro del objetivo. Una luz es encendida por el conocimiento científico y con ello decenas reciben el milagro de recuperar la vista.

En el centro hay un ajetreo propio de la dinámica de atención en salud que va acompañada de la mística del trabajo consolidada con los principios de hermandad y que llevan consigo el ideario humanista y social de los fundadores de la Misión Milagro: Hugo Chávez y Fidel Castro. El Dr. Neil Ramírez, oftalmólogo e integrante de la Junta Médica de la Misión Milagro y quien con una vasta experiencia como fundador de la Misión Milagro, presta sus valiosos servicios en el Ipasme, nos ilustra acerca de la misión que se cumple.

Foto: Yndira López

“Las cirugías y los procedimientos que hacemos en la Misión Milagro, tienen que ver con la visión, y eso es muy importante para los seres humanos, y es una misión muy humanitaria. Es un alto compromiso y lo hacemos para promover la  mejor calidad atención, tanto médica como comunitaria, para que los pacientes superen esos problemas que afectan su vida cotidiana”, comenta Ramírez, con la pertinencia pedagógica que le antecede en su desempeño como Coordinador Docente del Hospital Militar.

En torno a las patologías que con mayor frecuencia se atienden en el centro médico se cuenta la catarata, nos refiere Ramírez, agregando que es una de las primeras causas de ceguera reversible en el mundo y que si no hay otras patologías el paciente después de la operación puede tener una visión mejorada.

“También hacemos cirugía de retina, de desprendimiento de retina, las patologías de vítreo y retina, y se hacen procedimiento de superficie ocular; pero el grueso más importante son la cirugías de catarata”, refiere el galeno.

La Misión Milagro, desarrolla un sistema de captación de pacientes con afecciones visuales en todo el país, incluyendo las zonas de difícil acceso, a través del Sistema Público Nacional de Salud, las autoridades de salud locales y con la cooperación del Poder Popular organizado. La atención se brinda en los centros hospitalarios que cuentan con el servicio de oftalmología y con accesos a quirófanos, especialmente los hospitales tipo III y IV.

Una misión que traspasa fronteras

Así mismo la Misión Milagro ha tenido la cualidad y capacidad para extenderse por el Sur. Para ello se generan los procesos de captación, tal como se realizan en Venezuela. “En un principio han venido muchas personas de Latinoamérica  y del Caribe, pero nosotros también hemos salido del país a prestar este servicio a países como El Salvador,  las islas del Caribe oriental como Antigua y Barbuda, Dominica, Grenada, San Vicente y las Granadinas”, sustenta Ramírez.

En torno a la coyuntura actual que atraviesa Venezuela, producida por el bloqueo imperialista, la Misión Milagro, no se detiene. Ramírez, refiere que hay un trabajo arduo y sostenido para garantizar el servicio “optimizando los recursos, utilizándolos de manera racional, haciendo todo lo necesario desde el punto de vista gerencial para que esos recursos lo podamos utilizar en la mayor cantidad de personas posibles. La Fundación Misión Milagro ha trabajado mucho en la optimización de recursos”.

En el contexto de la formación de los galenos especialistas en oftalmología que se suman a la Misión Milagro vale destacar que el Sistema Publico Nacional de Educación, ofrece el acceso a las especializaciones, en diversos postgrados de las universidades del país, lo que garantiza no sólo nuevas oportunidades, sino que exista una continuidad de profesionales del área médica que incluye a quienes desde el extranjero deseen cumplir estas aspiraciones. En la actualidad, refiere Ramírez, se están formando en Venezuela, especialistas provenientes de Bolivia y República Dominicana.

Para el Dr. Neil Ramírez, siempre habrá tareas, retos, desafíos y anhelos para  aportarle a la ciencia y al conocimiento y fortalecer la Misión Milagro. Afirma con convicción que transitan el camino correcto, y que su mayor satisfacción es devolverle la visión cada día a quienes la habían perdido: “Es la mejor retribución que podemos tener y eso significa que estamos haciendo bien el trabajo”.

La gestión en cifras

La Misión Milagro, continúa su transitar y se ha extendido por 31 países desde su surgimiento. Destacó el presidente Nicolás Maduro en el aniversario 16, que para el año 2020, se habían entregado lentes a más de 40 millones de latinoamericanos y caribeños, mientras que las intervenciones quirúrgicas  discriminaron de la siguiente forma: Guatemala (136.000), Colombia (26.000), Honduras (62.451), Panamá (50.000), Costa Rica (3.300), Chile (2.600), Argentina (52.000), México (11.900), Belice (3.077), Nicaragua (más de 171.071), Uruguay (67.000), Perú (40.000), Paraguay (28.000), Ecuador (153.000), Brasil (61.000).

En torno a las operaciones que rondan los 7 millones, 3.147.277 se corresponden a pacientes venezolanos, y se les ha devuelto la visión a 668.844 latinoamericanos que fueron atendidos por especialistas cubanos y venezolanos en más de 2.878 cirugías realizadas.

Hoy cuando se cumplen 17 años del nacimiento de la Misión Milagro, se mantiene la visión solidaria con la se sentaron las bases de esta política de carácter humanista que lleva consigo el referente ideológico y cultural de los Comandantes Hugo Chávez y Fidel Castro, como símbolo de emancipación de los pueblos y de justicia social, que hoy es ejemplo para el mundo.

Prensa Presidencial/Yndira Visnú López

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