Este lunes decenas de miles de iraníes abarrotaron las calles de Teherán por el funeral de Qassem Soleimani, comandante de la fuerza de élite Al Quds de la Guardia Revolucionaria iraní, que murió en un ataque aéreo estadounidense la semana pasada.
“Loco Trump, no pienses que todo ha terminado con el martirio de mi padre”, expresó Zeinab Soleimani, hija del comandante iraní, en un discurso transmitido por la televisión estatal después de que el presidente estadounidense Donald Trump ordenara el ataque del viernes que mató al máximo general de la República islámica, reseñan medios internacionales.
El líder supremo de Irán, Ali Jamenei, sollozó mientras acompañaba a los dolientes en una oración durante el funeral del comandante militar Qassem Soleimani. La voz de Jamenei se quebró de la emoción cuando dirigía los rezos, lo que lo obligó a hacer una pausa.
Ante este crimen, Irán prometió vengar el asesinato de Soleimani, arquitecto de la campaña de Irán para extender su influencia en toda la región y héroe nacional entre muchos iraníes, incluidos muchos de los que no se consideran devotos partidarios de los dirigentes religiosos que gobiernan de la República Islámica.
Uno de los principales objetivos en contra de los Estados Unidos de Norteamérica (EEUU) es expulsar a las fuerzas estadounidenses del vecino Irak.
Por su parte, Trump amenazó con atacar 52 emplazamientos iraníes, incluidos objetivos culturales, si Teherán ataca a estadounidenses o a bienes de EEUU, lo que profundiza una crisis que aumenta los temores de una importante conflagración en Oriente Próximo.
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