Luis Felipe Izquierdo, quien por más de 25 años acostumbró cantarle a Carlos Gardel, recibió un especial homenaje en el Museo del Teclado, por parte de diversos artistas, luego de su reciente partida física.
Izquierdo tuvo la dicha de conocer en su infancia a Gardel, cuando el tanguero del mundo visitó Venezuela un 25 de abril de 1935, para presentarse en el Teatro Principal de Caracas. Desde allí, la idolatría por Gardel motivó a Izquierdo a enaltecer, año tras año, la riqueza de este género.
Frank Maneiro, emblemático cantante del género, fue el encargado de animar toda la velada y presentar a sus colegas ante un numeroso y cálido público. Asimismo, los bailarines, María Eugenia Armas y Arturo Avilés, pertenecientes a la escuela “Somos Tango”, acompañaron cada tema con sus delicados pasos. No menos destacada fue la participación del maestro Ignacio Navarro, responsable de amenizar las interpretaciones vocales gracias a las armonías que recreaba con el piano.
Las primeras apariciones sobre el escenario estuvieron lideradas por las voces femeninas de Astrea, Cruz Marcano, Milagros Bello, Carmen Rangel, Yakke Luna y Leiyoksim González. Despertaron el interés tanto la variedad de tonalidades como la expresividad casi histriónica de las cantantes, algunas muy jóvenes y otras con largas décadas de trayectoria artística.
Así llegó el turno de la legión de caballeros que también deseaban rendirle tributo a Luis Felipe Izquierdo. Pedro Laporta fue el primero de ellos, seguido por Iván Fuenmayor, con la participación del virtuoso guitarrista Silvio Mencías. Finalmente, Ariel Rojas y Frank Maneiro fueron los encargados de cerrar este mágico concierto a través de la ejecución de grandes temas como: “Por una cabeza”, “Volver”, o “A media luz”.
Carlos Gardel, cantante, compositor y actor de cine, es el más importante representante del tango en la historia. En 2003, su voz se registró por la Unesco como patrimonio histórico de los pueblos del mundo.
Prensa Digital MippCI/Prensa Alcaldía de Caracas
