Hace 20 años falleció uno de los máximos exponentes de la literatura urbana

El 13 de mayo de 2001 se inmortalizó en Caracas, a sus 72 años, Salvador Garmendia, uno de los máximos exponentes de la novela urbana en el país, género a través del cual dibujaba la biografía de la vida cotidiana de los personajes de la ciudad.

El escritor, narrador, cronista, docente, periodista, humorista, guionista de radio y televisión, nació el 11 de junio de 1928 en Barquisimeto, estado Lara.

Desde temprana edad se apasionó por el mundo de las letras, que lo llevó de manera particular por la narrativa, el periodismo, la creación de guiones para radio, televisión y cine, además que fue un maestro del cuento.

En 1948, Garmendia, considerado como uno de los escritores del Boom Latinoamericano, se trasladó a Caracas; posteriormente, en 1958 formó parte del grupo literario Sardio, y en 1961 se integró al grupo contestatario El Techo de la Ballena.

Con la serie novelas de la misma temática que abarcó toda la década de los años 70, Salvador Garmendia se ubicó dentro del Boom Literario de Hispanoamérica en el que ya figuraban otros autores de habla hispana como Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, Carlos Fuentes o Mario Vargas Llosa.

Salvador Garmendia desempeñó cargos en el cuerpo diplomático de Venezuela en España, formó parte Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg), de Monte Ávila Editores y de las direcciones de publicaciones de la Universidad Central de Venezuela y Universidad de Los Andes.

También fungió como director de la revista Imagen Latinoamericana, y en 1999 la Universidad del Zulia (LUZ) le confirió el Doctorado Honoris Causa.

Su obra literaria, en las que se incluyen novelas y cuentos, recoge recuerdos en Barquisimeto, su ciudad natal, y Caracas.

Entre sus obras se cuentan: «El parque» (1946); «Los pequeños seres” (1958); “Los habitantes” (1961); “Día de ceniza” (1963); «Doble fondo» (1966); «La novela en Venezuela» (1966); “La mala vida” (1968);  «Difuntos, extraños y volátiles» (1970;  “Los pies de barro” (1973); “Memorias de Altagracia” (1974) y “El inquieto Anacobero” (1976), obra que creó una gran controversia por el vocabulario usado, lo que le valió una persecución judicial a causa de sus «malas palabras», asì como “El Capitán Kid”  (1988).

“Memorias de Altagracia” la escribió en Barcelona (España), novela incluida en 1982 en las Letras Hispánicas dentro del género de obras clásicas de literatura española y latinoamericana.

Garmendia obtuvo varios reconocimientos: el Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo 1989 en la mención Cuento, con el relato “Tan desnuda como una piedra”; el Premio Nacional de Literatura 1972, por el libro de cuentos “Los escondites”, y el Premio Dos Océanos de Francia 1992.

Asimismo, la Fundación Casa Nacional de las Letras Andrés Bello creó el Premio Nacional de Narrativa Salvador Garmendia, en 2006.

 

Prensa Digital MippCI / MPPC

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