GMVV cumple con 96,6 % de su meta al llegar a 2 millones 900 mil viviendas

Con la entrega del inmueble número dos millones 900 mil, la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV), cumple con el 96,6 % de su meta inicial, una etapa de nueve años que debe culminar este 2019 con la asignación del hogar digno número tres millones, según la propuesta del presidente Hugo Chávez.

Es de señalar que el programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat), ha reconocido los logros de la GMVV por garantizar el derecho a la vivienda digna de la población.

Junto a esto, Venezuela concentra el récord mundial de construcción de viviendas para su población frente a todas las naciones del planeta.

El ritmo de construcción de viviendas de interés social se ha mantenido en Venezuela a pesar del bloqueo financiero impuesto por los agentes externos. Esto obedece a que el Estado ha creado mecanismos de ejecución y factibilidad que, entre muchos otros aspectos, pasa por la edificación conjunta con aliados internacionales, la participación del sector privado y las empresas públicas, la lucha gubernamental por la propiedad de la tierra y la selección de terrenos aptos, hasta llegar a la planificación, ejecución y diseño participativo en la modalidad de autoconstrucción comunal.

Mientras esta realidad ocurre en el país, la construcción de viviendas dignas y la tenencia de ella se ha convertido para la población mundial en un bien casi improbable de alcanzar.

A propósito de esto, existe una preocupación generalizada en los organismos multilaterales en momentos cuando el mundo afronta la mayor ola de crecimiento de la población urbana de su historia. Se estima que el 70% de las personas residirán en ciudades para el 2050. Actualmente cohabitan en las urbes por lo menos el 56 %.

Ante esta realidad, el Gobierno venezolano integró a los 1.177 urbanismos construidos por la GMVV al XV Censo de Población y Vivienda, para conocer la realidad exacta de lo que ha ocurrido con la migración poblacional, en correspondencia a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Nación.

Un dato importante de recordar es que el Estado ha beneficiado a más del 20 por ciento de la población inmigrante que reside en Venezuela al otorgarles viviendas dignas.

A diferencia de ello, en ciudades como Barcelona, España y Nueva York, de los Estados Unidos, continúan segregando, además de sus propios connacionales, a los ciudadanos migrantes que por diversas razones llegan a dichas localidades.

Un ejemplo indigno de citar es la idea que ha tenido un empresario español al sacar al mercado las llamadas «viviendas colmena», donde el confinamiento y la asepsia condenan a los habitantes de estos prototipos a la denigración y la precariedad.

Cada ocupante debe cancelar 200 euros al mes por dormir en estos espacios. Ciertamente, la lista de solicitud para ocupar estos espacios de dos o tres metros de construcción es alta, debido al número creciente de desahucios en España, que asciende según cifras reseñadas por medios locales, a 163 desalojos diarios, y una resultante anual de 70 mil desalojos judiciales.

Según el Banco de España, los precios del alquiler de viviendas han subido un 50% en los últimos cinco años, mientras la construcción y la compra de inmuebles en las grandes ciudades se han estancado debido a la incertidumbre política, los ecos de recesión económica y los cambios aplicados en esa nación a la ley hipotecaria.

Por su parte, en la ciudad de Nueva York, la mayor urbe de los Estados Unidos, la crisis de «los sin techo» se sigue agravando. Con relación a esto, el informe anual presentado por la Coalition for the Homeless, señala que 63.839 hombres, mujeres y niños duermen en albergues de esta ciudad que tiene en su haber 45 % de la población viviendo o rozando los niveles de pobreza.

Sobre esto, recientemente medios de comunicación internacionales como: El País, La República, La Prensa Austral, entre otros, reseñaron que el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, desplegó por más de 370 localidades en 32 estados, incluidos territorios remotos como Puerto Rico o Hawaii, a familias sin hogar. Para dicha exportación el burgomaestre destinó 89 millones de dólares.

Ejemplos como estos hay miles en el mundo, todos perfectamente evidenciables en los medios informativos y redes sociales. No obstante, en una especie de contrasentido, la importancia, la pertinencia, la ejecución y demás bondades de las políticas de Estado para la atención de la población vulnerable que carece de vivienda es omitida. Tal vez, porque esta podría representar uno de los desafíos más grandes que deben enfrentar muchos gobiernos de las múltiples naciones.

Prensa Digital MippCI / Agencia Venezolana de Noticias

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