Exguerrilleros de las FARC-EP fabrican tapabocas para combatir el coronavirus en Colombia

“Queremos decirle al mundo, no solo a Colombia, que estamos comprometidos con la paz, que nuestra única arma es la palabra”, aseguraron integrantes de un grupo de excombatientes guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP) que conformaron la Cooperativa Multiactiva del Común Tejiendo Paz, reporta el portal virtual de la cadena de televisión Russia Today (RT).

Ruth es una excombatiente actualmente en proceso de reincorporación o estabilización socioeconómica, como se estipuló en el Acuerdo de Paz entre el Estado colombiano y las FARC-EP, firmado en 2016. Junto a otros cinco compañeros ha cambiado temporalmente la elaboración de prendas de vestir para la marca Manifiesta por algo más urgente durante la pandemia de coronavirus: los tapabocas.

La pasión de Ruth por la costura comenzó en la montaña, cuando pertenecía a las extintas FARC-EP. Ahora, años después, tras la firma del Acuerdo, sus conocimientos en la confección de prendas los usa para ayudar a quienes más los necesitan.

Esta mujer colombiana conforma, junto a otras 21 personas, la Cooperativa Multiactiva del Común Tejiendo Paz, ubicada en el Espacio Territorial de Reincorporación y Capacitación (ETCR) Antonio Nariño, en el municipio de Icononzo, departamento del Tolima, en el centro norte colombiano.

Aprender a coser

Ruth recuerda que le gustaba coser cuando estaba internada en la montaña.

“Siendo guerrillera, arreglaba mi ropa a mi cuerpo porque era muy grande. Me quedaba bonita, siempre soñé con aprender a coser y he aprendido ahora, ya en el proceso de paz”.

Explica que el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) los ha capacitado para llevar el diseño a la tela y que se han visto en la necesidad de hacer las mascarillas, ante el brote de coronavirus.

“Nos hemos estado perfeccionando cada día, no sabíamos hacerlo y fue un reto”, dice en una entrevista telefónica.

Si bien la cooperativa a la que pertenece está integrada por 22 personas (de las cuales 11 son excombatientes) seis se dedican a elaborar los cubre bocas. “Al día hacemos entre 400 y 500 porque no somos muy prácticos aún, pero ahí vamos con mucho optimismo”.

Con la participación y ayuda del partido Fuerza Alternativa del Común (FARC), hasta el momento han destinado estas piezas a su ETCR; al Hospital Universitario de Neiva (Huila), a resguardos indígenas en el sur del Tolima, a través de la Organización de Naciones Unidas en Colombia; y a los exguerrilleros detenidos en las cárceles La Picota, en Bogotá, y de Villavicencio (Meta), donde se han registrado casos de coronavirus.

Sustento para las familias

María del Carmen también es parte de la cooperativa. Cuenta vía telefónica que con este trabajo colaboran con “las personas que muchas veces no tienen los recursos para comprar un tapabocas” y al mismo tiempo, obtienen ingresos para los asociados de Tejiendo Paz.

“Es chévere saber que esas personas los van a usar. Me imagino que sabrán que nosotros los confeccionamos y eso es bonito. No somos monstruos desalmados sino seres humanos como cualquiera, de buen corazón”, responde María del Carmen al hablar sobre el estigma que aún persiste en algunos sectores sobre los ex miembros de las FARC-EP.

Ruth dice que se siente feliz por saber que su esfuerzo puede salvar la vida de muchas personas, “bien sea en la prisión o en libertad”, y asevera que “con la confección de los tapabocas le damos a entender al mundo, no solo a Colombia, que estamos comprometidos con la paz, que nuestra única arma es la palabra”.

Prensa Digital MIppCI / RT

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