ESPECIAL | Revolución Bolivariana rescató la lucha del 23 de enero

El 23 de enero de 1958, el pueblo venezolano salió a las calles, en unión cívico-militar, con algunos militares patriotas que se habían alzado el 1° de enero de 1958, para luchar contra la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez, a fin de instaurar un sistema democrático, que hiciera posible la participación política de todos los ciudadanos y la justicia social en el país, que el pueblo eligiera a sus autoridades y se respetara el Estado de derecho, la libertad, la vida y la pluralidad del pensamiento.

Los diferentes partidos políticos, que operaban desde la clandestinidad, Acción Democrática (AD), Partido Comunista de Venezuela (PCV), Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI) y Unión Republicana Democrática (URD), acordaron unir sus fuerzas, a fin de derrocar el régimen dictatorial y asumir la conducción del país, representando la esperanza de un pueblo, que exigía un cambio de modelo político.

Pocos meses después del derrocamiento de Pérez Jiménez, la dirigencia política de la derecha (AD, COPEI y URD), traicionó a la izquierda, representada en el PCV, excluyéndola del gobierno, tras la firma del un acuerdo suscrito con el imperialismo estadounidense en Nueva York, conocido como el Pacto de Punto Fijo.

El 31 de octubre de 1958, se secuestró la gobernabilidad e implantó la democracia representativa, antipopular y entreguista de las riquezas del país a las empresas trasnacionales, que se impuso en Venezuela durante los 40 años de la Cuarta República.

Los gobiernos puntofijistas le dieron la espalda a las luchas de los movimientos populares que hicieron posible el 23 de enero, persiguieron y asesinaron a la disidencia, usando el terrorismo como política de Estado, e impusieron los paquetes económicos del Fondo Monetario Internacional (FMI), contrarios a los intereses de los más desprotegidos, privilegiando sus propias ambiciones.

Hoy, 23 de enero, recordamos a los mártires asesinados por el puntofijismo, Jorge Rodríguez, Fabricio Ojeda y Alberto Lovera, entre los miles de líderes sociales, a quienes esa derecha traidora les arrebató el derecho a la vida, conscientes de la ventaja política que tenían, y la posibilidad latente que encarnaban de reimpulsar un movimiento popular liberador.

Recordamos también a los militares valientes que, posteriormente, se rebelaron contra los gobiernos de la falsa democracia, antipopular y asesina, de la Cuarta República, como el de Rómulo Betancourt, para luchar por los ideales del 23 de enero, en El Carupanazo y El Porteñazo.

A continuación, le presentamos las voces del pueblo venezolano, que indagan en el legado de lucha del 23 de enero, que fue rescatado por el Comandante Hugo Chávez y la Revolución Bolivariana:

Killian Cairo, luchador social del Distrito Capital:

Killian Cairo
Foto: Héctor Terán

Después del 23 de enero de 1958, AD y Copei asumieron el poder por 40 años, engañaron al país y se pusieron en beneficio del imperialismo estadounidense, sustrayendo el petróleo y regalándoselo, sin cobrarle impuesto, exonerándolo, e importando todos los productos, porque aquí no se producía nada, se hizo una economía de puerto.

Estados Unidos cambiaba los productos que exportaba por petróleo y hierro, recibía la materia prima venezolana y la transformaba en productos elaborados para una relación en la que solo ganaba ese país, y el pueblo venezolano no recibía el beneficio y la retribución de la venta del petróleo.

El 23 de enero es una fecha para conscientizar al país de que el binomio AD-Copei, lo que hicieron fue traicionar al pueblo venezolano. A partir de 1999, cuando llega al poder el Comandante Hugo Chávez, se inició un proceso transformador, que estamos viviendo hasta nuestros días, es un parto para un cambio, porque lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer.

Este día, en 1958, ocurrió la traición a los patriotas y revolucionarios, que se rebelaron contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, y es ese el legado que rescató el Comandante Hugo Chávez, cuando se rebeló en 1992, la conscientización del pueblo, el despertar de una historia, partió la Historia de Venezuela en dos, una que no termina de morir, y otra, que va avanzando y transformando a la República para conseguir el bienestar social, la igualdad, fraternidad y el buen vivir, que el pueblo venezolano tenga todos sus beneficios, como lo hizo el Comandante Chávez, dándole oportunidad a los pensionados al transformar el sistema de pensiones; llevó la alimentación, etc.

Falta mucho por hacer, pero Chávez abrió el camino con su histórico “por ahora”, durante la rebelión militar de 1992, y vendrá un nuevo país, un reverdecer de la economía nacional, aunque los contrarevolucionarios y el imperilismo estadounidense, la Comunidad Europea y los traidores de Santander, le están haciendo la vida imposible a Venezuela para que no llegue a esa plenitud de vida, pero estamos luchando para que el legado del Comandante Chávez, que nos despertó la conciencia y nos abrió los ojos, se mantenga.

Albero Arlen, trabajador social y profesor:

Alberto Arlen
Foto: Héctor Terán

El rescate del Comandante Chávez sobre la lucha del 23 de enero, se centra en que nos contó la verdadera historia, porque la versión que contaban los adecos y copeyanos era la de un 23 de enero donde supuestamente ellos habían logrado hacer correr a Pérez Jiménez de Venezuela, y es lo que se daba en la escuela y se comentaba en la calle.

Pero, el Comandante Chávez nos hizo entender el rescate de esa lucha realmente prodigiosa, de los movimientos sociales venezolanos, encabezados sobre todo por el diputado asesinado por la derecha Fabricio Ojeda, son quienes logran desplazar a Pérez Jiménez del poder. Los adecos y copeyanos se sumaron a la lucha, formaron un triunvirato, donde estaba Fabricio, pero terminaron traicionando la lucha por la verdadera independencia de Venezuela, en ese momento y la salida de Pérez Jiménez.

Chávez rescató la historia, como buen investigador y docente que fue, indagó sobre los antecedentes y los hechos que ocurrieron en esos días, y los sucesos posteriores, que terminaron con la captura de Fabricio, y su asesinato en los calabozos de la Disip, un falso positivo donde declararon que Ojeda se había ahorcado, cuando sabemos que es mentira, lo mataron a golpes.

Así, se adueñaron del poder, mediante el mal llamado Pacto de Punto Fijo, que se hizo en la casa de Rafael Caldera, y pudimos ver cómo a través de esos 40 años de dictadura “democrática”, sometieron y expoliaron al pueblo venezolano, en un pacto en el cual EEUU, a través de ellos, manipuló y aplicó su famosa centrífuga: si a Venezuela entraban $ 100, $ 80 retornaban al imperio estadounidense, a través de las ventas ficticias de alimentos, materiales y equipos, y $ 20 se depositaban en las manos de la oligarquía adeco-copeyana que nos gobernó hasta que, afortunadamente, apareció Chávez y logramos desplazarlos del poder.

Edgar Clemente, jubilado de la Alcaldía del municipio Libertador:

Edgar Clemente
Foto: Héctor Terán

El legado del Comandante Chávez en relación al 23 de enero, fue muy valioso, porque no teníamos un liderazgo que nos llevara a conocer y abrir los ojos sobre el verdadero valor del Libertador Simón Bolívar y estábamos atascados. Nos llevó a abrir los ojos y rescatar esos valores de lucha y conciencia que pelearon los líderes populares del 23 de enero.

Hay que continuar el legado de Chávez, para el futuro de nuestros hijos y nietos, y por la importancia que tiene Venezuela en el continente. Porque era Estados Unidos el que mandaba en Venezuela, por los gobiernos títeres de los partidos de la derecha que se repartieron el poder y traicionaron al pueblo.

En los cuarteles, eran los estadounidenses los que mandaban, y cuando llegó el Comandante Chávez se puso el cinturón y les dijo: “Señores, aquí manda es Venezuela, arranquen de aquí”, y tuvieron que abandonar los cuarteles y Chávez le dio el poder al pueblo, que es el Soberano, como dice la Constitución.

Tenemos esta oportunidad que no podemos perder; debemos seguir luchando, tenemos un paso bastante adelantado, pero todavía falta, y vamos hacia adelante.

Freddy Rodríguez, habitante de la parroquia de San Juan, municipio Libertador:

Feddy Rodríguez
Foto: Héctor Terán

Así como se levantó aquel pueblo guerrero y patriota el 23 de enero de 1858, cuando lograron salir de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, el Comandante Chávez hizo lo propio el 4 de febrero de 1992, cuando levantó una voz fuerte y enérgica a favor del pueblo venezolano, quien estaba siendo víctima de un paquetazo económico en aquel entonces, cuando se quería privatizar la energía eléctrica, el agua, la educación, la salud, y cada vez más aumentaban todo.

Hasta que llegó el Comandante Chávez, con un grupo de militares patriotas para rescatar la democracia y darle el poder al pueblo, como se trató hacer ese 23 de enero de 1958.

Hoy, estamos viviendo el embate económico que nos arremete el Gobierno de Estados Unidos, liderizado por Donald Trump, si es que se le puede decir ser humano, y sus gobiernos satélites, que lo apoyan. Pero en la República Bolivariana de Venezuela, el pueblo está sacando pecho, levantando la cara con dignidad y orgullo, aguantando esta situación sin pedir cacao.

Si hacemos una breve analogía con la historia, hoy día, los revolucionarios estamos del lado de los patriotas; los escuálidos que estén del lado de los realistas, que nosotros sabremos defender nuestra patria, y seguiremos luchando por nuestra familia, por nuestros hijos y nuestro pueblo. Que Dios bendiga a nuestro país y a los pueblos unidos de Latinomérica y el Caribe.

Leonel Amundaray, vocero principal del Movimiento Revolucionario «23 de Octubre»:

Leonel Amundaray
Foto: Héctor Terán

El legado que nos dejó nuestro Comandante Chávez, en aquella quijotada del 4 de febrero de 1992, fue el rescate de los valores de los venezolanos. El 23 de enero de 1958, ocurrió un alzamiento cívico-militar, ya que en ese momento gobernaba el país la dictadura de Pérez Jiménez. El Comandante Chávez reivindicó la lucha, del 23 de enero, gracias a la Revolución Bolivariana, los venezolanos vemos que el espíritu de ese día es reconocido.

De allí en adelante, se viene gestando este proceso revolucionario hasta este momento, que no es más que la reivindicación del venezolano, el llamado al socialismo y la justicia social, llevarle al pueblo todos los valores que se habían perdido, y darle todas las riquezas que le fueron arrebatadas de sus manos en la Cuarta República.

En 1992, el Comandante Chávez asumió su responsabilidad, algo que en estos momentos, la gente de la derecha nunca asume. El Movimiento Revolucionario 23 de octubre está comprometido con ese proceso revolucionario de 1992 y mucho antes, ya que venimos de la lucha estudiantil. Seguimos en la tónica de avanzar con ese legado que nos dejó nuestro Comandante Chávez, y hoy, lo lleva el Presidente obrero, Nicolás Maduro.

Le hacemos un llamado al pueblo de Venezuela a no caer en estos llamados que está haciendo la oposición, ya que ellos no trabajan en pro del pueblo, ni para el colectivo; sino para intereses personales. Nosotros, los revolucionarios, sí trabajamos, y estamos enfocados en lo que llamó nuestro Comandante, igualdad y justicia social, revolución y socialismo.

Prensa Digital MippCI

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