#ESPECIAL | Figuras públicas y empresarios, ¿otros “benefactores impolutos” ante COVID-19?

Prensa Presidencial

 

A dos meses de haber sido declarada la emergencia de salud pública mundial por la Organización Mundial de la Salud (OMS), ante las amenazas del coronavirus (COVID-19), han sido diversos los actores que han entrado en escena en distintos países al realizar tareas realmente altruistas, mientras que otros toman partido de la situación.

En el caso de España, grandes compañías dedicadas a la industria del diseño textil y la moda han anunciado jugosas donaciones al sector público de la salud, en medio del particular impacto negativo que ha tenido la pandemia en esta nación europea.

Hasta allí todo parece filantropía y refleja la convicción de que dichas compañías juegan el perfecto rol como benefactoras en tiempos duros. Sin embargo, ¿qué ocurre detrás de estas donaciones?

Según datos de los técnicos de Hacienda de este país, arrojados por el diario digital español www.infolibre.es revelan que las empresas pagan la mitad de impuestos que antes de la crisis generada por la propagación de la infección en todo el mundo.

Las personas que dirigen estas empresas ¿son filántropos o evasores de impuestos?

Esta enfermedad ha dado paso a que estas grandes empresas salgan al ruedo queriendo colocar «un grano de arena» para contribuir en la lucha contra el virus que ha afectado a miles de españoles.

Los centros médicos van mermando en su capacidad de atención, se van quedando sin material suficiente y es aquí cuando las grandes compañías anuncian la donación de insumos como mascarillas, ropa de cama para hospitales y cantidades de dinero considerables para acometer inversión en material hospitalario.

Se muestran así las dos caras de la moneda, porque si bien es de aplaudir – tal y como destaca el artículo publicado por www.infolibre.es – se esconde bajo la alfombra una realidad que se ha puesto de manifiesto en otras ocasiones: Las grandes empresas aportan un porcentaje muy pequeño de sus beneficios al pago de impuestos.

«Unos gravámenes que, entre otras cosas, se destinan a la financiación de servicios públicos esenciales como la sanidad. Y algo más: Algunas de estas compañías ya han puesto sobre la mesa la posibilidad de realizar expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE)».

Pero, ¿qué es el ERTE?, ¿qué viene a significar?, ¿acaso se contradice con la otra cara de la moneda que pretende lucir una «labor filantrópica»?.

Las mismas empresas que anunciaron, por los embates de la pandemia por coronavirus, realizar expedientes de regulación temporal de empleo han sido las mismas que han mostrado la disposición a realizar donaciones.

Pero, ¿cuál es el costo de eso? Una de los más grandes comercios se escuda en que se compromete a mantener el empleo y que se trata de una «medida temporal», tras presentar la aplicación de la regulación a 25.900 empleados.

El personal branding sale al ruedo

De acuerdo con la revista Forbes, no es la primera vez que el español más rico del mundo, Amancio Ortega, creador de grandes cadenas de tiendas de ropa, quiere hacer gala de una publicitada solidaridad, en esta ocasión, en el contexto del COVID-19 sumándose a las millonarias donaciones; pero ya en el 2017 «donó 320 millones de euros a hospitales públicos de todas las comunidades autónomas para renovar equipamientos contra el cáncer como mamógrafos y aceleradores».

«Eso levantó una oleada de críticas. Casi todas porque consideraron que sentaba un mal precedente que conseguiría privatizar poco a poco la sanidad», alertaba el actual vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030 del Gobierno Español, Pablo Iglesias.

Rescata el reconocido magazine de negocios, que fue el detonante para que sectores de la política española no titubearon en decir que ese servicio público traducido en donaciones tenía que costearse a través de impuestos.

Al respecto, Pablo Iglesias ilustra en una entrevista concedida en el programa de la televisión española El Hormiguero, que este proceder es «como si vas a cenar y decides que no vas a pagar la factura, pero que vas a dar diez euros en propina para tener contento al camarero. Pues Amancio Ortega no paga los impuestos como el resto. Utiliza mecanismos legales, pero injustos. El año pasado facturó 1.600 millones de euros en dividendos y solo pagó un 5% de impuestos, 80 millones, cuando cualquier ciudadano hubiera pagado unos 320-340 por esa cantidad».

Otro critico es el presidente de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), Marciano Sánchez Bayle, quien si bien coincide con que es importante «tener un sistema fiscal que garantice que hay una financiación suficiente del sistema sanitario público y de otros servicios públicos. Si existiera ese sistema fiscal, pues ya veríamos si hay o no donaciones. Una vez que la gente pague los impuestos que legalmente tiene que pagar, pues luego con el dinero que le sobra que haga lo que quiera. Que lo done o que no lo done».

Hoy, cuando el gobierno español reconoce que habrá rebrotes de coronavirus en su país durante los próximos meses (de acuerdo a declaraciones del presidente español Pedro Sánchez del día sábado 2 de mayo), mientras no se encuentre la vacuna contra la enfermedad, se refleja, por otro lado, la doble cara de los «benefactores» de la salud pública.

Altruismo de las celebridades

Su influencia dentro del mundo del espectáculo y quienes lo siguen, ha permitido que artista como la cantante Lady Gaga organice conciertos benéficos para unirse a la lucha en contra la pandemia global de Coronavirus. La famosa cantante une su voz a la de otros intérpretes, esta vez, en el concierto One World: #TogetherAtHome para recaudar fondos.

¿Será altruismo puro el de las celebridades? ¿o una manera de elevar su publicidad en estos tiempos?; cuando vemos que la cantante ha conquistado aún más con su carisma, al sentarse el pasado 18 de abril en rueda de prensa con el mismo director general de la OMS, Tedros Adhanom, y tras anunciar que ha colaborado en «la recaudación de 35 millones de dólares para ayudar a la instancia internacional a financiar la investigación de tratamientos y vacunas contra la infección.

Estrategias de las corporaciones

A esta carrera en la que confluyen millonarios empresarios y adinerados artistas, se unen las grandes cadenas y corporaciones en la recaudación de fondos para donativos; estrategia de los más ricos para la evasión de impuestos.

Este mecanismo lo «han aplicado empresarios, deportistas, músicos, actores, financistas, como parte de una élite mundial que elude por todos los medios posibles el cumplimiento de obligaciones impositivas», refiere BBC Mundo en un trabajo especial publicado en su portal digital.

A principio de abril, la carga aérea española, en colaboración con la Organización No Gubernamental (ONG) Mano a Mano, decidió impulsar la campaña ‘Carga Aérea Ayuda Covid-19‘ para poner al servicio de la lucha frente al coronavirus todo su conocimiento en la adquisición y gestión logística del material sanitario.

Por su parte, Mano a Mano se encarga de gestionar y coordinar todos los donativos que se destinen a la campaña, mientras que las empresas y profesionales del sector de la carga aérea en España llevarán a cabo, «de forma altruista» toda la gestión de compras y de operaciones logísticas para disponer del material necesario con la máxima urgencia.

Con ello, entra en escena el nombre de la empresa y salen del anonimato las personas que están detrás de estas iniciativas, como es el caso de Jesús Cuéllar, presidente del Foro MadCargo, una de las entidades impulsoras del proyecto.

«Estamos especialmente sensibilizados con la heroica labor que están haciendo nuestros profesionales sanitarios y con la importancia y trascendencia que supone contar con los medios necesarios para atender a todas las personas hospitalizadas e impedir que la pandemia se siga propagando», refiere el presidente de Foro MadCargo, una vez más el personal branding (marca personal) está en el juego y en la sensibilidad de una opinión pública afectada por la pandemia.

Pasa igual con Pilar Hernandis, presidenta de Mano a Mano, quien aprovecha para animar «empresas, profesionales y a la sociedad en general a que se unan a esta campaña con el deseo de encontrar una rápida salida».

Definitivamente, luego de que la propia OMS lanzara un fondo para apoyar con perspectivas a los grupos y sistemas de salud más débiles relacionados con COVID-19, son muchos los actores que si bien no se puede negar hacen una labor positiva, detrás de su acción se esconderían intereses de unos «benefactores», a cambio del ahorro de grandes cantidades de dinero.

A la fecha, de acuerdo con el sitio web, www.empresaysociedad.org, más de 269 mil personas y organizaciones han «contribuido al COVID-19 Solidarity Response Fund. El fondo ya ha recaudado más de 195 millones de dólares».

¿Será este un nuevo tejido empresarial que se está gestando?, a partir de las crisis, en donde como muchos intentan argumentar: «Se prestan servicios de manera desinteresada».

Caen obligaciones fiscales de multimillonarios

Se genera la mayor desigualdad que hayamos visto, a partir de este fenómeno que da paso a que los más ricos salgan exentos de pagar lo que realmente les corresponde en impuestos, en este momento de pandemia, cuando estimaciones del Instituto de Estudios de Política (IPS) de Estados Unidos, hablan de que “el 18 de marzo y el 10 de abril de 2020 más de 22 millones de personas perdieron su trabajo y la tasa de desempleo creció hasta un 15 por ciento, mientras que la fortuna de multimillonarios estadounidenses creció en 282 mil millones de dólares”.

El estudio en cuestión concluye que “el fundador de Amazon, Jeff Bezos, así como el magnate Bill Gates y uno de los mayores inversores del mundo, Warren Bufett, siguen poseyendo tanta fortuna como la mitad inferior de todos los hogares de Estados Unidos juntos”.

Este escenario se presenta “aún cuando las obligaciones fiscales de los multimillonarios han caído en picada”, indica el informe.

“A falta de reformas fiscales y supervisión a corto y largo plazo la condición preexistente de extrema desigualdad de Estados Unidos no solo podría abrumar a la economía, sino que también a la democracia”, advierten los autores de este estudio.

Este trabajo puede también verlo en video en el siguiente enlace: 

https://bit.ly/31HcAM7

Prensa Presidencial/Anais Pérez 

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