ESPECIAL | El Velorio de la Cruz de Mayo, sagrada tradición popular

“Atención a los presentes
En este velorio de cruz
Llegó ante nosotros la luz
Con fulgores florecientes
Aquellos versos ingentes
Anuncian la despedida
De la furia recibida
y perdonada en el madero
Jesús al mundo entero
Salvó de un mal suicida”

La Cruz de Mayo es una manifestación popular, que se hace en muchas regiones de Venezuela, que arropa gran parte de la costa y que va desde Falcón hasta oriente y todo el estado llanero. Es una actividad de religiosidad popular donde se rinde honor al madero donde se sacrificó Jesús. Durante el velorio de Cruz de Mayo se agradece por todo lo que la naturaleza nos ofrece.

Hallazgo que da origen a la celebración

Según algunos textos referenciales, fue un 3 de mayo del año 324 cuando la cruz de madera donde murió Jesús, hijo de Diós, fue encontrada por la madre del emperador romano Constantino; Helena de Constantinopla. Es a partir de esta fecha que devotos, promeseros y aquellos que acuden a la sanación, venerán a la Cruz como símbolo sagrado.

Su llegada a nuestra tierra

Nuestros antepasados de las etnias venezolanas celebraban esta fecha pero en vez de adorar La Cruz, adoraban un árbol, no usaban calendario, se regían por medio de la luna y las estrellas, así se guiaban para realizar sus rituales o siembras. Por eso, al ver que en el cielo salia un conjunto de estrella llamadas constelación del sur -constelación que está compuesta por dos travesaños cruzados, uno de 4.2 y el otro de 5.4 grados de largo- para ellos era el día de realizar su ritual al tronco para la fertilidad de sus tierras.

Paralelamente en el continente europeo, los españoles realizaban su adoración a la cruz y al invadir las civilizaciones que habitaban estas tierras ellos trajeron su cultura imponiéndola a nuestros ancestros, quienes la rechazarón ya que ellos tenían su propia rituales y dioses, sin embargo, dada las acciones violentas estos cedierón, pero una vez notadas las semejanza que había con la imagen que se les aparecía en el cielo y que les avisaba que era el tiempo de cosecha, fue aceptada.

Con el tiempo le cambiaron el ritual del madero por la cruz, así comenzó esta liga de saberes y culturas. Pero los españoles no venían solos, traían en condición de esclavizados africana, la cual a pesar de su condición de esclavitud luchaban por sus tradiciones. Así con los religiosidad de la sangre europea el canto y tambor Africana y los rituales y peticiones a la madre naturaleza, la sangre aborigen se conforma una de nuestras riquezas culturales como es el Velorio de Cruz de Mayo.

Cruz vestida de colores

Resalta en los altares donde reposa todo su colorido, ya sea de flores naturales o de papel, evoca la llegada de las lluvias y con ella renace la naturaleza, florecen los paisajes trayendo tierras fértiles para la buena cosecha.

Cruz del Pueblo

De generación en generación, las abuelas, madres e hijas se reunen para vestirla, hacer los recuerdos que serán entregados en su celebración y la comida en algunos casos.

La manifestación de la cuz de Mayo es de arraigo popular dado que es en el seno de las comunidades y no de la iglesia, que se da todo esta actividad, desde sus preparativos hasta el día de su celebración, a pesar que esta enmarcada en lo religioso.

Canto a la Cruz

En algunas regiones de Venezuela se habla de «bailorio» en vez de velorio debido a que se baila en su honor. Según las regiones se cantan: galerones y malagueñas en oriente, fulías en el centro, se recitan décimas y a veces se cubre la cruz en señal de respeto para bailar al son de tambores y al entusiasta coro que acompaña a los decimistas, poetas espontáneos quienes improvisan versos a la cruz, la salud, la cosecha y la prosperidad.

En la región de la costa central de Venezuela resaltan las ritmos y cantos de fulias, los cuales se hacen con una bateria de tres tambores: Prima, Cruzao` y pujao´, destacando la alta influencia afrovenezolana.

En la Región oriental se escucha el Punto cruzao, punto salao, punto y llanto, punto playero, las fulías ó folías orientales. Entre la instrumentación utilizada en los Velorios de Cruz orientales están la bandola oriental (de ocho cuerdas de nailon), la mandolina, el cuatro, la guitarra, la marimbola (caja de madera con cuatro lengüetas de metal que semejan los sonidos de un bajo), las maracas y en algunas ocasiones la cuereta o acordeón.

En la ciudad de Caracas se vive una realidad distinta, producto de las migraciones de la gente del interior a las ciudades, se observa como esta tradición se ha trasladado con sus portadores, enriqueciéndolo en un contexto de encuentro de diversos géneros que hacen una síntesis de cada región, pero no por ello perdiendo la religiosidad y la fe que los motiva, sino adaptándose a las circunstancias y vivencias de los barrios.

Prensa Digital MippCI / Héctor Terán

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