La ciudad de Mogadiscio, capital de Somalia, permanece estremecida este sábado por el atentado dinamitero contra una cafetería en un céntrico distrito que causó la muerte a siete parroquianos y resultaron heridas una decena de personas, según indican los reportes preliminares.
La acción aún permanece anónima, pero una declaración de condena emitida por el primer ministro, Mohamed Hussein Roble, deja entrever que fue obra de Al Shabab, el grupo armado islamista que trata de derrocar al gobierno del presidente Mohamed Abdullahi Mohamed Farmajo, quien cuenta con el apoyo de la ONU y el reconocimiento de la comunidad internacional, reseña Prensa Latina (PL).
“Estamos entristecidos por la pérdida de vidas humanas (…) pero nuestra esperanza es más fuerte que su rabia ciega”, dijo el primer ministro tras conocerse el saldo de víctimas fatales y heridos por el atentado contra la cafetería.
Somalia, un empobrecido estado del este africano, está sumergida en el caos desde el derrocamiento en 1991 del presidente Mohamed Siad Barre, cuando grupos islamistas pugnaron por hacerse con el control del país y obligaron a Estados Unidos de Norteamérica (EEUU) a retirar las tropas que tenía en ese país.
Con su presencia castrense en Somalia, que incluía la ocupación de la base naval que la extinta URSS tenía en la ciudad costera de Berbera hasta que Siad Barre optó por acercarse a las potencias occidentales, Washington buscaba fortalecer su presencia castrense en el golfo de Adén, a la entrada de la ruta del petróleo.
Prensa Digital MIppCI / VTV
