Denuncian escalada de represión del gobierno de EEUU contra reporteros chinos

El Gobierno de Estados Unidos de Norteamérica (EEUU), ha escalado continuamente su represión a los medios de comunicación chinos, desde el registro obligado como agentes extranjeros y su manejo como misiones extranjeras, hasta la negativa a emitir visas para más de 20 periodistas chinos y el destierro de los reporteros en ese país, señala Venezolana de Televisión (VTV) en su portal web.

Así es la historia de una reportera de la agencia Xinhua que trabajó durante años en la ciudad de Nueva York, quien repentinamente se vio forzada a regresar a China después de la orden emitida por EEUU al limitar el número de periodistas chinos en el país.

Su relato refiere desde comienzos del mes de marzo cuando la administración del presidente Donald Trump ordenó a cuatro medios de comunicación chinos reducir el tamaño de su personal que trabajaba en Estados Unidos, a partir del 13 de marzo, los cuatro medios de comunicación chinos, tuvieron autorización para emplear a 100 nacionales chinos combinados por lo que cerca de 60 periodistas chinos tuvieron que abandonar el país.

En un recuento de las miles de arbitrariedades tomadas por Donald Trump y su gobierno, con sus cuestionables políticas y acciones, hacen pensar que Washington está perdiendo apoyo a nivel mundial y ha sido amonestado por varios organismos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en varias ocasiones.

Una de ellas se refieren a que el 4 de mayo de 2018, EEUU trasladó su embajada israelí a Jerusalén luego de que rompiera con décadas de política estadounidense al reconocer en 2017 a Jerusalén como la capital de Israel, lo que generó intensas críticas internacionales.

A fines de 2017, la Asamblea General de la ONU aprobó por mayoría abrumadora una resolución en la que declaró que cualquier decisión que modificara el estatus de Jerusalén sería “nula y sin valor”.

Asimismo, el organismo ha reiterado un antiguo llamado cada año, en las últimas cerca de tres décadas, para poner fin al embargo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba impuesto en 1960.

El lema de “Primero Estados Unidos” no tiene cabida en la mesa redonda del multilateralismo, pero la administración Trump advierte a los demás que “o lo toman o lo dejan”, a la vez que amenaza con retirarse de mecanismos multilaterales.

A todo esto se le suma por ejemplo que Washington se ha retirado del Acuerdo de París, de la Unesco, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y el Pacto Mundial sobre Migración lo que lo deja con respuestas negativas por parte de gobiernos donde ven que la unión entre los pueblos debe ser la principal arma para combatir los embates entre naciones.

Crisis sanitaria por COVID-19

Dada su incapacidad para abordar la crisis sanitaria de la COVID-19, la administración Trump también ha intentado trasladar la culpa a la Organización Mundial de la Salud y retiró a EEUU de este organismo mundial.

Pero ante el abuso de poder de EEUU, la ONU ha intentado comunicarse, aunque rara vez ha tenido éxito para convencer al Tío Sam de cambiar sus políticas problemáticas.

La reportera asegura que de conformidad con el acuerdo alcanzado entre la ONU y Estados Unidos respecto de la sede de la ONU, el cual entró en vigor en 1947, en general se solicita a Estados Unidos permitir el acceso a los diplomáticos extranjeros.

Pero Washington ha dejado de lado en repetidas ocasiones sus responsabilidades y obligaciones internacionales y ha utilizado las visas de los diplomáticos que se dirigen al Organismo como moneda de cambio, e incluso como armas, meramente en beneficio de sus propios cálculos políticos.

En este sentido, el Gobierno de EEUU ha impedido a miembros de varias delegaciones extranjeras, incluyendo a las de Rusia e Irán, asistir a la 74ª sesión de la Asamblea General. También ha restringido las actividades de todos los miembros de la misión permanente de Cuba ante la ONU.

En su regreso a casa, la reportera de Xinhua destacó que la agencia se enfrentó al Departamento de Estado de Estados Unidos porque desde un punto de vista legal, aunque la sede de la ONU tiene su sede en ese país, los nacionales chinos que trabajan en la oficina de las Naciones Unidas, no dan cobertura a las noticias estadounidenses y Estados Unidos no tiene derecho a deportarlos.

La Casa Blanca afirmó, valiéndose de sus abusos, que el límite de personal aplicaba a todos los nacionales chinos “que trabajan en Estados Unidos para los medios de comunicación chinos afectados. Y aún más irritante fue que Washington solicitó a los empleados afectados salir del país a pesar de las dificultades y de los riesgos para la salud de viajar en medio de la pandemia de COVID-19”.

La actual administración estadounidense siempre se ha jactado de la llamada política de “Primero Estados Unidos” y afirma que “Hará a Estados Unidos Grande Nuevo”, pero cuando EE.UU. sólo enfrentará más oposición y su codiciada “grandeza” sólo disminuirá.

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