Alí Primera: El hombre de pueblo que soñó con la Patria buena, de justicia e igualdad

«El Cantor del Pueblo venezolano», el de la «Canción Necesaria», el que le cantó a «Mama Pancha», a los «Techos de cartón» y definió que “La Patria es el hombre”, por estos calificativos y otras virtudes es recordado Ely Rafael Primera Rossell, conocido artísticamente como Alí Primera.

Alí se destacó como cantautor, músico, poeta y activista político venezolano. Sus composiciones recogen el sufrimiento de un pueblo desgastado por la pobreza y la desigualdad social. Soñó con la Patria buena, de justicia, igualdad y equidad para los venezolanos.

Nació en Coro, estado Falcón, el 31 de octubre de 1941. Sus padres fueron Carmen Adela Rossell y Antonio Primera, quien murió accidentalmente durante un tiroteo que se produjo en un intento de fuga de unos prisioneros en la ciudad de Coro. Este lamentable hecho ocurrió cuando Alí tenía tan solo tres años de edad.

A raíz de la muerte de su padre, Alí acompañó a su madre y a sus dos hermanos en un peregrinaje por diferentes pueblos de la Península de Paraguaná (Falcón), que incluyeron San José, Caja de Agua -donde terminó su educación primaria-, Las Piedras y finalmente, el barrio La Vela, hoy conocido como sector «Alí Primera», en el municipio Los Taques, cerca de Punto Fijo.

En este poblado, dada las condiciones socio-económicas en que vivían Alí y su familia, se desempeñó en varios oficios, desde limpiabotas a los seis años, hasta boxeador.

Buscando mejores oportunidades, en el año 1960 se trasladan a Caracas, donde Alí culminó su educación básica, en el Liceo Caracas, para posteriormente inscribirse en la Universidad Central de Venezuela, donde cursaría la carrera de Química, carrera que no finalizó. Es en esta etapa cuando decide dedicarse a la lucha por y con su pueblo, a través de su canto.

La fase de compositor y cantante de Alí se inició primeramente como diversión y progresivamente como actividad a tiempo completo. Sus primeras composiciones «Humanidad» y «No Basta rezar» fueron de gran éxito. Con esta última participó en el festival de la Canción de Protesta en la Universidad de Los Andes, dando así a conocer su potente voz.

Entre 1969 y 1973 permaneció en Europa gracias a una beca que le otorgó en 1968 el Partido Comunista de Venezuela (PCV), para continuar sus estudios Tecnología del Petroleo, en Rumanía. Estando en Europa, para ganarse el sustento, lavaba platos y en ocasiones lograba cantar en sitios, en que se respetaba su trabajo. En un estudio en Alemania graba su primer disco, titulado «Gente de mi Tierra».

En 1977, de regreso a Venezuela, conoció a Sol Musset, quien se convirtió en su esposa hasta los últimos días de su vida. Con Sol tuvo cuatro hijos: Sandino, Servando, Florentino y Juan Simón.

De una relación anterior con Taria Osenius, a quien conoció en Suecia, Alí tuvo dos hijas: María Fernanda y María Ángela. El quinto hijo varón del cantautor, de nombre Jorge Primera Pérez, fue concebido con Noelia Pérez.

Canto inmortal

«Cigarrón» es el sello propio con el inicia su discografía, en alianza con la empresa discográfica «Promociones Musicales» (Promus). Esta se compones de 11 discos publicados en años consecutivos, desde 1973 a 1984.

De los tres primeros discos editados, es “Alí Primera Volumen 2”, el que obtuvo más trascendencia. Según José Millet, este segundo disco del cantante, posee los mismos temas del disco grabado en Alemania en 1972. En ese año el cantautor realizaba estudios en Europa.

De este segundo disco, los temas más destacados fueron: «Comandante Amigo», en homenaje a Ernesto «Che» Guevara, “No basta rezar” y “Techos de cartón”.

Otras canciones importantes por su contenido fueron: “Yo no sé filosofar”, «Panfleto en una nota», “Otra vez” y “Cuando las águilas se arrastren». Estos temas fueron muy populares entre cierto sector de la juventud venezolana, haciendo de este disco uno de los más exitosos del cantante en su primera etapa creativa.

“Canción para los valientes”, de 1976 es la cuarta producción discográfica de Alí Primera. Constituye el salto mediático hacia las radios del país.

Los temas “Cunaviche adentro” y “José Leonardo” fueron éxitos instantáneos. La canción que da nombre al disco fue grabada en un álbum editado en Suecia en 1974, por Svenska Chilekommittén (Comité Chileno de Suecia), organización cuyo objetivo era solidarizarse con las víctimas de la dictadura chilena.

Críticas que generaron veto

En 1977 se edita “La Patria es el hombre”, compuesto por diez canciones con textos críticos en contra de las clases económicas más poderosas y el estamento político vigente, que fueron rechazados por sectores importantes de la sociedad. Por esta razón, sus temas políticos fueran vetados en las principales radioemisoras del país.

En este disco se encuentra el tema interpretado en ritmo vallenato “La guerra del petróleo”, que planteaba el diferendo territorial entre Venezuela y Colombia en el Golfo, que generó fuertes tensiones entre ambos países, pese a su temática antibelicista.

Igualmente tuvieron cierta repercusión mediática los temas “La canción de Luis Mariano”, dedicada al compositor venezolano Luis Mariano Rivera y “Pio Tequiche”, dedicada a la Isla de Margarita, sus sitios y personajes emblemáticos y tradicionales en contraposición al progreso y modernización que se estaba produciendo gracias al aumento del turismo y el comercio de Puerto Libre.

“Canción mansa para un pueblo bravo”, publicado en 1978, es uno de los trabajos más elaborados del artista, para el cual el cantor contó con la colaboración del músico y arreglista Alí Agüero, quien incorporó una sección de cuerdas en este trabajo.

En este disco aparecen dos temas cuya temática principal se aleja de lo político y que fueron promocionados en las radios de corte popular: “La piel de mi niña huele a caramelo”, dedicada a su hija María Ángela, y “Reverón”, este último dedicado al pintor y artista plástico venezolano Armando Reverón.

Entre los temas de denuncia social y compromiso revolucionario destacaron: “Ahora que el petróleo es nuestro”, “Esquina Principal” y “Los que mueren por la vida”.

En 1979, Alí Primera produjo su séptimo álbum titulado “Cuando nombro la poesía”, en el cual se aleja de la crítica directa a grupos políticos y económicos. El carácter experimental del disco se refleja en los temas: “Zapatos de mi conciencia” y “Flora y Ceferino”, una canción que narra la historia de un hombre humilde enfermo que no tiene como pagarse cuidados médicos ni medicinas.

Alí Primera publica, en 1980, el álbum “Abrebrecha”. La canción homónima junto con “Tin Marín”, se convierten en éxitos inmediatos. Esta última, fue dedicada al grupo folclórico y experimental venezolano “Madera”, cuyos integrantes murieron en un naufragio en el Río Orinoco ese mismo año.

Otras canciones destacadas fueron “Doña Josefina”, dedicada a la Guajira venezolana y “El que cantó con Zamora”, dedicada al líder campesino venezolano Ezequiel Zamora quien luchó contra los terratenientes en la primera mitad del siglo XIX.

“Al pueblo lo que es del César”, publicado en 1981, fue dedicado a la memoria del dramaturgo y pintor venezolano César Rengifo quien había fallecido el año anterior.

El tema “Don Samuel”, de este disco, es una crítica directa a la política exterior norteamericana y su participación en múltiples guerras y la creación de armas de destrucción masiva.

“El sombrero azul” es una canción dedicada al pueblo de El Salvador, en la época en que se enfrentaban el ejército gubernamental contra las fuerzas revolucionarias del Frente Farabundo Martí y “La noche del jabalí” narra las muertes e injusticias del régimen dictatorial imperante en Haití para la época.

En su décimo LP, publicado en 1982, titulado «Con el sol a medio cielo», destacan: “Caña clara y tambor”, “La Tonada de Simón”, dedicada al cantautor venezolano Simón Díaz e “Isla y piragua”, un tema para la advocación mariana de la Virgen del Valle cuando en Venezuela se discutía la posibilidad de unir la isla de Margarita con tierra firme, a través de un puente.

Pasaron dos años hasta que en 1984 salió a la luz pública el undécimo disco de Alí Primera: “Entre la rabia y la ternura” un álbum de 10 canciones cuyos temas más destacados fueron “La patria buena” y “Falconía”, en homenaje a su natal estado Falcón.

Militancia

Alí Primera militó en la Juventud Comunista de Venezuela (JCV) y en el Partido Comunista de Venezuela (PCV), Colaboró en los inicios políticos de un nuevo partido denominado Movimiento al Socialismo (MAS), acompañado y trabajando durante la primera campaña electoral de José Vicente Rangel, en 1973, aunque jamás dejo de ser militante del PCV.

Hoy por hoy su legado, tanto en el canto y la militancia revolucionaria, tienen carácter universal. Sigue vigente en su música, con letras de contenido social, en las que plasmaba el sufrimiento de un pueblo sumergido en la extrema pobreza.

Su canto acompañó al pueblo en la insurrección popular de 1989, en la rebelión de 1992 y en la Revolución Bolivariana que tomaba el cielo por asalto en 1999. Como expresó el líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, en una visita a la casa natal del Cantor del Pueblo: “Alí, tu canto siempre fue arma para la lucha, tu ejemplo y tu guitarra van grabados en nuestras banderas”.

Esta característica revolucionaria y de pueblo de Alí generó afinidad en el Comandante Hugo ChávezNo en vano, cuando el pueblo recuerda al compositor también recuerda a Chávez, quien en diversas alocuciones no dejaba de recordar y citar las frases de sus canciones.

Entre los múltiples homenajes que ha recibido por su legado, vale destacar el de la Asamblea Nacional, en 2015, cuando acordó declarar a Alí Primera como la «raíz sabia del fruto de la Revolución Bolivariana».

El Centro Nacional del Disco (Cendis), posee una colección de 12 títulos discográficos del padre cantor Alí Primera, lo que permite a los amantes de su música tener acceso a las placas que deseen, gracias a la replicación que realizó el Ministerio del Poder Popular para la Cultura.

Con «La Marcha de los Claveles Rojos», que se realiza año a año en su tierra natal desde 1985, también se honra la memoria del cantautor revolucionario.

Esta movilización, que además tiene como fin la defensa de la vida y del ser humano, surgió por iniciativa de su Carmen Adela de Primera, quien al momento de la siembra de su hijo llevó un clavel al camposanto, acompañada del pueblo de Paraguaná.

Este año, cuando se cumplieron 33 años de su siembra, el ministro para la Cultura, Ernesto Villegas firmó el Certificado de Inscripción de Alí Primera como Portador Patrimonial de la Nación Venezolana.

La declaratoria deja constancia de que Alí Primera está inscrito en el Registro del Patrimonio Cultural de Venezuela, en reconocimiento postmortem “por su trayectoria como cantor de la patria, compositor y digno exponente de la canción necesaria en la lucha por la reivindicación social y por sus aportes a la música popular venezolana”.

Más vigente que nunca

Un lamentable accidente automovilístico, ocurrido en la Autopista Valle-Coche de Caracas, apagó la vida del interprete, el 16 de febrero de 1985. El hecho ocurrió poco antes de las 3:00 de la madrugada de ese día, Alí Primera salió del estudio en La Guaira, donde grababa su disco número 16, titulado «Por si no lo sabía», con dirección a su residencia.

Sin embargo, para muchos de sus seguidores este fallecimiento fue obra de un atentando en su contra, por parte de enemigos políticos. Destacaron que Alí fue objeto de numerosas persecuciones a causa de la temática de sus canciones y su militancia de izquierda.

Sol Musset, la mujer de los sueños de Alí, resaltó que su canto está más vigente que nunca en el sentir del pueblo venezolano. «Nació en tiempos que no fueron fáciles, pero que hoy esta en boca del pueblo y 33 años después su canto esta más vivo que nunca”, manifestó en un actividad organizada desde el Foro Libertador, en el Panteón Nacional, para rendir tributo a su memoria.

La canción del pueblo “hay que hacerla un hecho real y tomarla como tarea. Porque es la quinta raíz, es la cultura de nuestros hijas e hijos, nuestra herencia hermosa”, señaló Musset, al tiempo que destacó que Alí “es la mejor arma para no sucumbir ante tanta vicisitudes”.

Prensa Digital MippCI/Agencias

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