El 14 de septiembre de 1960, gracias al liderazgo del venezolano Juan Pablo Pérez Alfonzo, fue creada para defender la soberanía y los precios del petróleo, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), con la visión estratégica para la conformación de una organización para la preservación de un importante recurso natural, y que además exaltara los legítimos e irrenunciables derechos de los pueblos de los países productores sobre el petróleo, principal fuente energética del mundo.
La participación protagónica de un venezolano fue uno de los pilares fundamentales para la concreción de lo que hoy es una gran organización energética global.
Hoy a 59 años de su fundación, la OPEP es huella visible del liderazgo venezolano en el escenario energético mundial, un importante factor de equilibrio que ha logrado defender eficazmente los intereses de las Naciones que conforman esta Organización, al convertirse en una fuente segura, sostenible y confiable de suministro de energía que el planeta requiere para garantizar el desarrollo equilibrado de los pueblos.
14 países miembros
Argelia, Angola, Congo, Ecuador, Guinea Ecuatorial, Gabón, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Venezuela, han garantizado los derechos sobre sus recursos al asegurar un nivel justo de precios.
Es importante recordar que, gracias a la Revolución Bolivariana ideada por el Comandante Supremo, Hugo Chávez, la OPEP recuperó su papel fundamental en el mercado energético mundial, se elevó el promedio del valor del barril petrolero y se logró la aplicación de medidas como el establecimiento de cuotas de producción en función de mantener una estabilidad en el mercado petrolero.
En este sentido, la República Bolivariana de Venezuela ha sido promotora de iniciativas orientadas a la preservación de los principios fundamentales de la OPEP; en primer lugar, el Comandante Hugo Chávez encabezó su resurgir al diseñar una política en defensa de los precios del petróleo y el equilibrio en los mercados internacionales, es así como nuestro país junto a otras naciones hermanas hicieron posible la realización de la histórica segunda cumbre de la OPEP, realizada en la ciudad de Caracas en el año 2000. En este espacio, el mundo escuchó nuevamente nuestra voz en defensa de tan importante recurso natural.
En ese momento se produjo el resurgir de la OPEP, al lograr acuerdos que permitieron (desde el 2000 hasta 2007) un periodo de crecimiento y de estabilidad en los mercados de los hidrocarburos que hicieron posible apalancar el desarrollo de los pueblos con la implementación de políticas sociales destinadas a reducir las brechas de desigualdad.
Recientemente la OPEP enfrentó una nueva realidad y es por ello que se hizo necesario el diseño de una nueva política petrolera, frente a la inestabilidad de los mercados y de los precios, que afectaron gravemente la economía y las inversiones para garantizar el desarrollo energético de todas las naciones.
El Conductor de Victorias
En ese momento surge al liderazgo del presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro que supo darle lectura a los múltiples ataques provocados para derrumbar los precios de los hidrocarburos desde los grandes centros de poder. Es por ello que emprendió importantes acciones para contrarrestar tal agresión.
En octubre de 2014, el presidente Maduro, aseguró que su Gobierno mantendría sus políticas sociales frente a la caída de los precios del barril de petróleo, al tiempo que convocó a los miembros de la OPEP a una reunión extraordinaria para defender el precio justo de los hidrocarburos.
En enero de 2015, el Jefe de Estado venezolano inició una gira por siete países y durante 13 días visitó China, Rusia, Irán, Catar, Argelia, Arabia Saudita e hizo una parada en Portugal, para concretar cuatro objetivos fundamentales, entre ellos; las gestiones para la defensa de la OPEP, su cohesión y la construcción de un nuevo consenso para la defensa del mercado petrolero y la recuperación de los precios del crudo.
En febrero de 2016, Maduro alertó que del equilibrio y los precios justos del petróleo dependería la estabilidad del sistema financiero mundial. Al tiempo que denunció el grave colapso económico-financiero por las dañinas prácticas de Estados Unidos en la extracción petrolera y advirtió que en ese país había iniciado la quiebra de decenas de empresas dedicadas al fracking, información que estaba siendo ocultada.
En octubre 2016, el Presidente venezolano inició una “gira relámpago” con la que visitó Azerbaiyán, Catar, Arabia Saudita e Irán, a los que presentó una propuesta para estabilizar definitivamente el mercado petrolero, luego de los acuerdos establecidos en la reunión extraordinaria realizada en Argelia. Los presidentes de estas naciones manifestaron su respaldo y disposición de establecer una alianza por la recuperación y estabilización de los precios del crudo.
Todo este esfuerzo generó la concreción de una Declaración histórica impulsada por el espíritu del esfuerzo conjunto para salvaguardar los derechos de los países productores OPEP y no OPEP, al firmarse la Declaración de Cooperación para el Ajuste Voluntario de la Producción de Crudo, lo que estabilizó la balanza en favor de un bien común, a través de una justa valoración de los hidrocarburos.
Venezuela preside la OPEP
Es allí donde nuevamente resuena la voz de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que tras 59 años de su creación como un acto de reivindicación histórica, ha surcado mares con viento a favor y viento en contra, siempre con la mirada fijada en la justa relación entre los países productores y los consumidores, tarea en la que la República Bolivariana de Venezuela, hoy desde la presidencia de la Conferencia de la OPEP contribuye a lograr la estabilidad del mercado petrolero mundial, colocando nuestro principal recurso energético en favor de los pueblos.
Prensa Digital MippCI / Minpet
